El fabricante alemán de automóviles Volkswagen (VW) pagará indemnizaciones de hasta el 15% del precio de compra del vehículo a unos 260 mil clientes afectados por el escándalo del diésel, tras un acuerdo extrajudical alcanzado con la Asociación Alemana de Organizaciones de Consumidores (VZBV).

Las indemnizaciones, según el modelo y el año de fabricación de cada coche, oscilarán entre los mil 350 y los 6 mil 257 euros por persona y tendrán derecho a ella quienes se habían sumado a una querella promovida por la VZBV, según se supo este viernes.

Aquel que haya comprado el coche después del 31 de diciembre de 2015 o que en el momento de comprarlo tuviera su residencia fuera de Alemania no puede acogerse al acuerdo, según los términos del mismo, que fue inicialmente anunciado por la Audiencia Territorial de Braunschweig.

«Quien se acoja al acuerdo recibirá el dinero de VW y conservará su coche«, explicó posteriormente la portavoz de la VZBV, Franka Kühn, en una conferencia de prensa, en la que indicó que los potenciales perceptores de esas cantidades son unos 260 mil.

El presidente de la VZB, Klaus Müller, dijo, por su parte, que aunque considera que las personas que residían fuera de Alemania en el momento de comprar su coche deberían también ser indemnizadas, no era posible incluirlos en la querella general por razones jurídicas.

La indemnización sólo contempla la pérdida de valor del coche por lo que quien se acoja al acuerdo no tendrá que renunciar a reclamar que se le compense por otros perjuicios, derivados por ejemplo de la prohibición de circular en determinadas zonas o del derecho a que se le ofrezcan modificaciones técnicas.

VW calcula que la cuantía total de las indemnizaciones estará alrededor de los 830 millones de euros y se está implementando una plataforma para gestionar los pagos de la manera más ágil posible, indicó un portavoz del grupo automovilístico tras anunciarse el acuerdo extrajudicial.

El caso por las manipulaciones de los motores de Volkswagen se remonta a 2015, cuando se descubrió que la compañía instaló un software en millones de vehículos diésel que trucaba los datos de emisiones contaminantes para superar pruebas medioambientales.

En Estados Unidos, donde estalló el escándalo, VW ha tenido que pagar 23.000 millones de dólares en multas e indemnizaciones derivadas del caso.

Pero el consorcio informó por primera vez del asunto solo el 22 de septiembre de 2015, días después de que las autoridades de Estados Unidos destaparan el escándalo.

Los afectados potenciales son los propietarios de vehículos de las marcas Volkswagen, Audi, Seat y Skoda con motores diésel del tipo EA 189, equipados con un dispositivo de desconexión.

El argumento principal de la parte demandante era que esos conductores han tenido que ver cómo sus coches perdían valor por el escándalo y reclaman ser compensados; el factor tiempo no jugaba a su favor, ya que cuanto más tarde llegara una resolución menos valdrán esos autos.

Según datos de VW, alrededor de 11 millones de vehículos en todo el mundo -2.5 millones en Alemania- incorporaban en su software comandos que trucaban las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) sólo durante las pruebas en laboratorio.