Con más de 58.000 personas contagiadas por el COVID-19 y más de 2.300 muertos, Latinoamérica se acerca poco a poco al pico de la epidemia en la región con duras expectativas por delante, tanto en lo sanitario como en lo económico, y dirige sus plegarias a la Virgen de Guadalupe, patrona de las Américas.

Por eso el domingo, cierre de la Semana Santa, el papa Francisco pidió unidad para afrontar estos momentos difíciles en un mensaje leído durante una ceremonia en la Basílica de Guadalupe de la capital mexicana, que fue retransmitida en internet para que todos los católicos de la región rezaran juntos por la salud del mundo y el fin de la pandemia.

En tanto, gobiernos de la región seguían tomando medidas para enfrentar el golpe del coronavirus: Perú echará mano de médicos extranjeros, Chile inyectará créditos a las micro y pequeñas empresas aturdidas por la crisis y México anunció un acuerdo con los hospitales privados para aumentar la oferta de camas.

Pero el Banco Mundial, en un informe publicado el domingo, auguró lo peor al prever que las economías de América Latina y el Caribe podrían caer un 4,6% este año por el coronavirus, lo que obligaría a sus gobiernos a tomar participaciones en las principales empresas en dificultades.

Los más religiosos optaron por rezar este Domingo de Pascua y presenciar virtualmente un acto de Consagración a la virgen Guadalupe que se realizó al mediodía en su basílica en la Ciudad de México, que fue acompañado por el sonido de las 12 campanadas en distintas catedrales del continente, muchas cerradas a los fieles por las órdenes de aislamiento que imperan en la gran mayoría de países.

Por su parte, el presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano, el peruano Miguel Cabrejos, en un mensaje grabado, pidió acordarse de los más vulnerables, “los ancianos, los niños, los enfermos, los indígenas y los migrantes”.

En muchos lugares de la región se suprimieron las misas y procesiones por las cuarentenas, que en varios países se acaban de prolongar o las autoridades prevén hacerlo en breve.

En México, con más de 4.200 contagios y al menos 273 muertes por la enfermedad, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció via Twitter un acuerdo con las dos principales asociaciones de hospitales privados del país para que apoyen con más de 3.000 camas durante un mes, el periodo que se prevé que dure el pico del brote.

“No es un convenio con fines de lucro”, dijo el mandatario tras asegurar que los líderes de esos colectivos “se portaron de primera”. “Nos van a cobrar el mínimo, no va a haber ganancias”.

El acuerdo es que los hospitales, con un total de 6.500 camas, cederán la mitad de sus capacidades para intentar reducir la saturación de los centros públicos, donde sigue en marcha una intensa campaña de reclutamiento de médicos.

López Obrador también envió sus condolencias ante el fallecimiento de Jaime Ruiz Sacristán, el presidente del consejo de administración de la Bolsa Mexicana de Valores, uno de los primeros personajes públicos del país que muere de COVID-19.

El cierre de esta Semana Santa atípica se reproducía en Brasil, considerado el país con más católicos en el mundo. Por primera vez en la historia, el Santuario de Nuestra Señora Aparecida, patrona de los brasileños, lució sin fieles en la misa del Domingo de Pascua, mientras el arzobispo, Orlando Brandes, pedía a los creyentes que se quedaran en casa.

El presidente Jair Bolsonaro, cercano a las iglesias evangélicas, tenía previsto participar junto a pastores en una videoconferencia que se transmitiría por redes sociales, reportó la prensa brasileña.

Durante la jornada, Perú autorizó la contratación de médicos y enfermeros extranjeros para combatir la pandemia, que ha infectado a casi 200 galenos locales y ya mató a uno, lo que podría abrirles las puertas a profesionales venezolanos del ramo radicados en el país.

Mientras en Chile, con 7.213 contagios y 80 fallecidos, el gobierno anunció que entregará créditos con seis meses de gracia y tasas preferenciales a las micro, medianas y pequeñas empresas en función de las ventas.

“Estamos también plenamente conscientes de los dolores, las angustias, los temores que afectan a la inmensa mayoría de las familias chilenas que han visto su vida alterada producto de esta pandemia”, señaló el presidente Sebastián Piñera.

En tanto, la cifra de contagiados en Venezuela aumentó a 181 tras confirmarse seis nuevos casos, anunció el presidente Nicolás Maduro. El nuevo coronavirus ha causado nueve muertes en el país sudamericano.

El gobierno de Maduro acordó en la víspera prolongar por 30 días más el “estado de alarma constitucional” y la cuarentena, vigente desde el 16 de marzo, como parte de los esfuerzos para frenar la cadena de transmisión de la enfermedad.

El gobernante también expresó su molestia que después de cuatro días de dar la orden de hospitalizar a todos los afectados por el COVID-19, la cifra de personas en “aislamiento domiciliario” apenas se redujo de 16 a 9 personas.