El presidente brasileño Jair Bolsonaro dejó en claro el viernes que quiere que su nuevo ministro de Salud ayude a proteger la economía del país, en momentos que el gobierno trata también de contener la propagación del coronavirus.

El oncólogo Nelson Teich asumió como ministro de Salud después que su predecesor, Luiz Henrique Mandetta, fue destituido por Bolsonaro, quien ha restado importancia a la gravedad del COVID-19. Mandetta había ganado prestigio por su manejo de la pandemia con amplias medidas de aislamiento aplicadas por los gobernadores.

“Esta lucha para iniciar la reapertura de los negocios es un riesgo que asumo”, dijo Bolsonaro en una ceremonia en el palacio presidencial en Brasilia. «Si hay una escalada de la pandemia, recae sobre mí. Pero mucha gente es consciente de que debemos reabrir», añadió.

Bolsonaro dijo que Teich tiene por delante una tarea ardua.

“Pongan mi posición y la de Mandetta una junto a la otra y partan la diferencia. De esa manera llegarán a lo que nos interesa a todos”, dijo Bolsonaro.

Las medidas de Mandetta habían provocado la ira de Bolsonaro, quien ha dicho que el cierre temporal de la economía tendría un efecto devastador. Ha dicho reiteradamente que el virus es una “pequeña gripa” y elogiado la eficacia de una droga contra la malaria que aún no ha sido demostrada.

El nuevo ministro no ha dado pruebas de cómo manejará la pandemia. En su discurso de cinco minutos no habló de la necesidad de aislamiento.

“Nos enfocamos en la gente. Por más que hablemos de la salud o de la economía, al fin y al cabo se trata de la gente, de dar una vida mejor a la sociedad”, dijo. “Agradezco todo lo que ha hecho la administración anterior. Trataremos de continuar y agregar a lo que ya se ha hecho”.

La carrera de Teich se ha enfocado en el aspecto empresarial de la medicina. Fue fundador y presidente de una cadena de clínicas oncológicas y últimamente ha sido consultor de una empresa de servicios médicos que lleva su nombre, de acuerdo con su página en LinkedIn. Tiene una maestría en Economía de la Salud y en Administración de Empresas y ha asistido a cursos para dueños y presidentes de empresas en la Facultad de Administración Empresarial de Harvard.

Una señal de que muchos gobernadores y alcaldes no aceptarán el exhorto del presidente la dio el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, quien prolongó la cuarentena en el estado más populoso y rico del país hasta el 10 de mayo. “Aquí basamos nuestras decisiones en la ciencia. Debemos evitar el derrumbe de nuestro sistema de salud pública”, dijo Doria.

Las medidas del nuevo ministro de Salud podrían tener un impacto limitado. La Corte Suprema ya ha resuelto que los gobernadores y alcaldes pueden aplicar medidas de aislamiento, una potestad que el presidente quería reservar para sí. Mandetta había abogado por medidas de cuarentena.

Durante semanas, la prensa local había informado que Bolsonaro prefería a otras dos personas para el puesto. Ambas habían expresado críticas a las medidas de aislamiento y promovido el uso de la cloroquina para tratar a enfermos de COVID-19. Entre ellas estaba el legislador Osmar Terra, quien de acuerdo con la organización brasileña de verificación de datos Aos Medios es quien difunde más desinformación sobre el COVID-19 en las redes sociales.

El número de casos confirmados de coronavirus está aumentando rápidamente, pero sigue siendo bajo en proporción a la población de 211 millones. Tiene más de 30.000 -la cifra más alta de Latinoamérica- y unas 2.000 muertes. Se pronostica que el pico llegará en mayo.

En la mayoría de la gente, el nuevo coronavirus provoca síntomas leves o moderados que desaparecen en dos o tres semanas. En algunas personas, sobre todos los adultos mayores y las que padecen trastornos de salud subyacentes, puede provocar enfermedades más graves, como la neumonía, e incluso la muerte

Tras la destitución del ministro de Salud el jueves, se escucharon insultos a Bolsonaro proferidos por la gente desde los balcones de sus departamentos en Sao Paulo y Río. Hubo similares muestras de repudio el viernes durante la juramentación de Teich. Muchos brasileños estaban de acuerdo con las medidas para frenar la propagación del virus y rechazaban el enfoque de Bolsonaro.

En un texto publicado en LinkedIn el 24 de marzo, Teich deploró la polarización en torno a la respuesta al virus, que según él obliga a los gobernantes a adivinar qué sucederá y tomar posiciones extremas. El éxito depende de recolectar datos en tiempo real para ajustar las proyecciones y revisar las decisiones, escribió.

En otro texto el 2 de abril dijo que apoyaba las medidas de aislamiento tan fustigadas por Bolsonaro. Resta por verse cuál será su posición como ministro.