El gobierno de China arremetió este viernes contra el magnate Donald Trump y algunos de sus funcionarios, quienes en días recientes han considerado una teoría atípica de que el coronavirus salió de un laboratorio chino.
El vocero del Ministerio de Exteriores chino acusó al gobierno de Estados Unidos de intentar cambiar el foco de sus propios desaciertos al lidiar con la pandemia al apoyar la idea de que todo comenzó con un patógeno de un laboratorio en Wuhan, la ciudad en donde surgió la pandemia.
Sin embargo, el mismo vocero, Zhao Lijian, ha demostrado que tampoco China ha dejado de sembrar confusión ante la pandemia. En marzo tuiteó la falacia de que el virus pudo haber salido del Ejército de Estados Unidos.
Todavía no hay un consenso científico, pero la hipótesis principal es que la infección entre los humanos comenzó en un mercado de animales en Wuhan, probablemente de un animal que se contagió del virus de un murciélago.
Sin el peso de la evidencia, Trump y algunos funcionarios intentan culpar a China de las infecciones y muertes por covid-19 en Estados Unidos.
“Cada vez más escuchamos esta historia”, dijo Trump. El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, agregó, “el simple hecho de que desconozcamos las respuestas -que China no haya compartido las respuestas- creo que es muy revelador”.
Este viernes, el vicepresidente, Mike Pence, dijo que Estados Unidos presiona a China para permitir que expertos externos ingresen al laboratorio “para que podamos determinar con precisión en dónde comenzó el virus”.
Cuando se le preguntó en el canal televisivo Fox Business Network sobre si China pudo haber manipulado el virus con objetivos siniestros, Pence respondió: “Es completamente apropiado que el mundo haga las preguntas correctas” y luego se desvió a otro tema.
La mayoría de los funcionarios de Trump se han alejado de las teorías de conspiración sin fundamentos que afirman que el virus fue liberado intencionalmente por China, pero algunos le están dando cierto peso a la idea no corroborada de que el virus se propagó por error de un laboratorio negligente en Wuhan.