El peso mexicano cerró la semana intercambiándose en 23.87 unidades por dólar en el mercado interbancario, una cifra alejada de sus mínimos históricos pese a vivir una semana marcada por escollos como la negociación con la OPEP+ y una nueva rebaja de la calificación de su deuda.

La divisa latinoamericana perdió alrededor de un 2.3% en las últimas cinco sesiones, aunque nunca se acercó a la barrera de las 25 unidades por billete verde, debido “a una mayor percepción de riesgos sobre la economía del país”, explicó a Efe la directora de análisis económico-financiero de Banco Base, Gabriela Siller.

Esa percepción de riesgo se materializó con el recorte a media semana en la calificación de la deuda soberana de México de la consultora Fitch, que la situó en BBB-. Fitch bajó también la nota de la deuda de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) a BBB-, un nivel especulativo.

Fitch pronosticó, además, una contracción de 4% del PIB mexicano para 2020, con una “empinada caída” en la primera mitad del año y una recuperación que podría “impedirse” por los mismos factores que ha percibido en el pasado reciente.

Siller señaló también como riesgos para la moneda mexicana los malos datos de empleo de Estados Unidos, que volvió a acumular más de 5 millones de solicitudes de desempleo, y la caída del Producto Interno Bruto (PIB) chino del 6.8% en el primer trimestre, la primera contracción desde que en 1992 se iniciaran los registros.

Todos esos eventos llevaron al peso a cotizar “ligeramente por encima de las 24 unidades por dólar” durante la semana.

Sin embargo, la especialista destacó que en los últimos días volvió “el optimismo a los mercados financieros globales” por los pronunciamientos del presidente estadounidense, Donald Trump, en los que empezaba a informar sobre “cómo planea reabrir la economía”.

Del mismo modo, la analista de Banco Base destacó los avances médicos que se están dando y dijo que los buenos resultados de un medicamento de la empresa estadounidense Gilead que parece combatir eficazmente el covid-19genera la idea que podría terminar”.

Pese a ello, Siller no dejó de alertar sobre el comportamiento que tiende a las pérdidas del peso mexicano, ya que sigue presente “la percepción de riesgo” sobre la economía del país.