Pese a que la economía mundial y nacional no atraviesa por su mejor momento producto de la pandemia del covid-19, los contribuyentes mexicanos no han dejado de cumplir con sus obligaciones fiscales y la recaudación es muestra de ello.

Aunque el Servicio de Administración Tributaria (SAT), decidió extender el plazo para realizar la declaración de personas físicas hasta el 30 de junio de 2020, cabe resaltar que al 21 de abril se han presentado 4 millones 252 mil 450 declaraciones, cifra mayor a las 3 millones 210 mil 548 referente al año 2019.

Esto representa un incremento de 32 por ciento en contraste con el año pasado.

La dependencia del gobierno federal, agradeció la contribución de las personas físicas y su interés por cumplir con sus obligaciones. “Su granito de arena permite que la recaudación para el gasto público no se frene y se luche día a día para que los embates de la epidemia sean los menores posibles”.

Por su parte, la iniciativa privada hizo un llamado al gobierno federal a hacer ajustes en los criterios para el cobro de impuestos con el fin de dotar liquidez a las empresas, además de que haya flexibilización en los criterios de deuda para atender la crisis por la pandemia de Covid-19.

Durante la primera mesa de la Conferencia Nacional para la Recuperación Económica, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar Lomelín, indicó que el país enfrenta un problema de liquidez, por lo que se requiere destinar apoyos económicos a las pequeñas empresas sin solicitar ningún rescate de las grandes empresas.

Al respecto, el subsecretario de Economía, Ernesto Acevedo, consideró que conviene hacer una reforma fiscal para reducir las tasas impositivas, pero que incrementen la recaudación fiscal.

El control óptimo tiene que ver con la macro, la microeconomía y el tema sanitario. Aquí puede haber espacio para una reforma fiscal más adelante, donde se planteen menores tasas impositivas y que eso genere más recaudación en la medida que se cierren los espacios para la evasión y elusión fiscales.

Tenemos que tener inversiones tanto del sector público en estas vulnerabilidades estructurales que se han hecho patentes hoy en día: productivas, logísticas y hospitalarias“, refirió.

Advirtió que las recesiones en México en promedio se extienden en promedio por 19 meses, y alcanzan una profundidad media de alrededor de 4.2%.

En este caso la magnitud de la recesión va a ser inédita, de un tamaño que no hemos visto en la historia reciente y por lo tanto, los instrumentos que debemos usar tienen que ser diferentes”, adelantó.

Por su parte, el secretario de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social, Gibrán Ramírez, coincidió que la pandemia por el coronavirus, es una oportunidad para hacer una reforma fiscal que respete la proporcionalidad, pero que a la misma vez sea contra cíclica, replanteando algunas de las tasas impositivas a la baja, pero que actualmente no se cobran de forma eficiente. El corazón de esta reforma fiscal tendría que ser la eliminación de excepciones y de instrumentos para la elusión fiscal.

Prospectan disminución de Remesas por Covid-19, se recuperarían dentro de 10 años

De acuerdo a un análisis de BBVA de los economistas, Carlos Serrano y Juan José Ling, por la incertidumbre en torno a la pandemia del coronavirus covid-19, se estima que las remesas a México podrían contraerse más de 21% entre 2020 y 2021, y recuperarse hasta dentro de 10 años, en 2028.

Con base a datos de la institución financiera, este año las remesas se ubicarían en un monto de 29 mil 900 millones de dólares, cifra 17 por ciento menor a lo reportado al cierre del año anterior, cuando el monto histórico alcanzó los 36 mil 46 millones de dólares.

Otro escenario que contempla BBVA México, es que, si se consideran factores como que el sector de la construcción en Estados Unidos podría tener menores afectaciones que el sector servicios, una menor proporción de migrantes mexicanos no documentados en ese país, y el mayor dinamismo de las remesas observado en años recientes, se estima que las remesas podrían superar para 2024 el monto récord de remesas de 2019.

En tanto, aunado a los factores considerados en el punto anterior, “aunque los efectos de la crisis por covid-19 sean más agudos, si la recuperación económica es mucho más acelerada, las remesas podrían recuperar su máximo histórico para finales de 2023”.

BBVA, precisó que Michoacán, Oaxaca y Zacatecas serían las entidades más afectadas por una disminución de las remesas, pues estas equivalen a 10 por ciento o más de su PIB estatal.

La pandemia mundial por Covid-19 va tener impactos económicos globales que podrían superar los observados durante la pasada recesión financiera de 2008 y 2009”.

BM prevé caída histórica de las remesas

El Banco Mundial prevé que en 2020 las remesas caerán marcadamente, cerca de un 20 % en todo el mundo, como consecuencia de la crisis económica inducida por la pandemia de covid-19 y el confinamiento.

La caída proyectada, que será la más abrupta de la historia reciente, se debe en gran parte al desplome de los salarios y el empleo de los trabajadores migrantes, que suelen ser más vulnerables a la pérdida de puestos de trabajo y de salarios durante las crisis económicas de los países que los albergan.

Según las previsiones, las remesas que se envían a los países de ingreso bajo y mediano caerán un 19.7% hasta ubicarse en los 445 mil millones de dólares, lo que representa la pérdida de un flujo de financiamiento vital para muchos hogares vulnerables.

Diversos estudios muestran que las remesas alivian la pobreza en los países de ingreso bajo y mediano, mejoran los resultados nutricionales, se asocian con un gasto más elevado en educación y reducen el trabajo infantil en los hogares desfavorecidos. Una caída en las remesas afecta la capacidad de las familias de gastar en esas áreas, debido a que deben destinar una proporción mayor de sus fondos a resolver la escasez de alimentos y las necesidades de subsistencia inmediatas.

Las remesas son una fuente de ingresos vital para los países en desarrollo. La recesión económica actual provocada por la covid-19 está afectando gravemente la capacidad de enviar dinero a los hogares de origen y por eso es aún más urgente que acortemos el tiempo que llevará la recuperación para las economías avanzadas”, sostuvo David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial.