La capital chilena cumplía el sábado una cuarentena total iniciada la noche previa al dispararse los contagios de coronavirus, aunque se observaron colas para ingresar a mercados y gente en algunas calles céntricas, en una jornada en que las autoridades de salud reportaron un nuevo récord de 27 víctimas más por COVID-19.

Junto a un toque de queda a nivel nacional, el confinamiento total regía desde las 22 horas para todo Santiago, sus 32 comunas y barrios, y seis aledañas, donde viven más de siete millones de personas y que representan el 90% de la Región Metropolitana.

A pesar del reiterado llamado de las autoridades de no salir de casa, las imágenes de la televisión local mostraban a muchas personas en lugares céntricos de la ciudad, como la Alameda que atraviesa la capital o la popular calle Portugal. También se veía gente en las calles en barrios más acomodados, como Las Condes, y bastante tráfico de autos.

En otras partes de la ciudad sí se cumplía la cuarentena y las calles amanecieron más vacías que de costumbre. “Ahora sí que se ve que tomaron más en serio el asunto de la cuarentena”, dijo a The Associated Press Cristian Valenzuela, portero de un edificio en el centro de Santiago.

En el mercado de abastos de frutas y verduras de La Vega Central se registraban largas colas para comprar y se establecían nuevas y fuertes medidas de seguridad, como plásticos en los puestos, guantes, mascarillas y toma de temperaturas antes de acceder al recinto, al que solo se puede entrar con permisos especiales y que estaba más vacío que un sábado normal.

Este es el más grande desafío “que estamos enfrentando en nuestra historia sanitaria”, afirmó la subsecretaria de Salud, Paula Daza, en su informe diario de la pandemia. “Es un momento difícil, no cabe duda. Tenemos confianza de que todas las personas tomen conciencia de la importancia de cuidarse, de cuidar al otro, de prevenir los contagios”, agregó.

De acuerdo con las autoridades, el país se encuentra al 78% de su capacidad hospitalaria, una cifra que aumenta a entre el 90 y 95% en el caso de la Región Metropolitana, donde se acumula la mayor cantidad de casos. Algunos hospitales públicos ya daban signos de estar completamente desbordados.

También las regiones de Antofagasta y Tarapacá, en el norte del país, se han visto fuertemente afectadas por los altos casos de coronavirus.

La ciudadanía debe “estar consciente de la gravedad de esta situación”, afirmó el subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zuñiga, que llamó a los ciudadanos a no salir de sus casas si no era imprescindible.

Las autoridades sanitarias también reportaron el sábado una baja en el número de casos diarios (1.886), lo que atribuían a que un menor número de clínicas estaba tomando tests luego que varios de esos centros privados anunciaran quiebre de existencias durante la semana y a que el ministerio diera de baja al menos cinco laboratorios por haber cometido presuntamente serios errores con las tomas de muestras. El número total de casos superaba los 40.000, con 421 decesos.

El virus también hizo que se declarara una cuarentena en una parte del Congreso, luego de que detectara el primer caso positivo en el senador Rabindranath Quinteros, del Partido Socialista y que pertenece a la Comisión de Salud. Quinteros se había reunido con el presidente Sebastián Piñera, ente otros, en el palacio presidencial La Moneda a comienzos de mayo. Oficialmente se informó que Piñera se hizo un test y dio negativo.

Quinteros será investigado por la fiscalía por haber viajado en un avión comercial a otra parte del país antes de haber recibido el resultado de su test, algo que atenta contra la salud pública bajo la alerta sanitaria que rige en el país.

Mientras en Argentina, las calles y parques se volvían a llenar de la alegría de los niños, aunque contenida, sin grandes cantidades de gente y con tapabocas.

En el país sudamericano entraba en vigor una medida que permite —por primera vez desde el confinamiento que comenzó el 20 de marzo— a los menores de 16 años salir a dar un paseo recreativo una vez a la semana durante el fin de semana –sábado o domingo-, una decisión de día que se tomaba en función del último número del documento de identidad de los padres, para evitar aglomeraciones.

Los parques de Palermo, en los barrios más acomodados de Buenos Aires, amanecían de nuevo con niños en patinetes y en bicicletas, aunque no se registraban aglomeraciones.

“Mezcla de emociones, alegría por ver que ellos salgan, disfrutar, también con todos los recaudos”, afirmó a la AP Carla Charnibay, quien salió a pasear por el Palermo con sus dos hijas de 2 y 4 años y que no soportaban llevar todo el tiempo puestas las mascarillas. Los tapabocas son obligatorios en el país a partir de los 6 años.

“Es un trabajo también en casa de ir educando” y enseñar a los niños que no pueden ir a los juegos en el parque, “de adaptarnos todos”, afirmó la mujer argentina. “Más que los chicos me llamó también la atención los adultos, puesto que se ven muchos adultos saliendo en grupo a caminar. Todavía hay gente que no es responsable ante esta situación”, señaló.

Las medidas forman parte de una flexibilización progresiva de la cuarentena, después de que al comienzo de esta semana algunos negocios pudieron abrir también por primera vez.

Argentina registra 7.479 casos positivos y 363 muertes hasta el momento. Fue uno de los primeros países latinoamericanos en decretar cuarentena total.

En Colombia, según el ministerio de salud los contagiados son 14.939, 562 fallecidos y 3.587 recuperados.

En América Latina se han registrado más de 460.000 contagios y más de 29.000 muertos.

El coronavirus ha infectado a más de 4,5 millones de personas y causado la muerte a más de 308.000 en todo el mundo, según el Centro de Ciencias e Ingeniería de Sistemas de la Universidad John Hopkins, que basa sus datos en los informes de los gobiernos y las autoridades de salud de cada país.

En la mayoría de la gente este virus provoca síntomas leves o moderados que desaparecen en dos a tres semanas. Pero en algunas personas, sobre todo los adultos mayores y quienes padecen trastornos de salud subyacentes, puede causar enfermedades más graves e incluso la muerte.