Un pequeño perro pug de 3 años ha sido una herramienta fundamental para ayudar a aliviar el estrés y la ansiedad que padecen los profesionales de la salud, debido a las extenuantes jornadas y las muertes que tienen que enfrentar a diario ocasionadas por el coronavirus SARS-CoV-2.

Dos pares de botas, unas gafas de protección y un pequeño impermeable color verde son el uniforme de este can llamado Harley, quien al menos cada tercer día visita al personal que trabaja en el Centro Médico Nacional «20 de Noviembre», uno de los hospitales públicos destinados a atender a pacientes afectados por el COVID-19.

Su trabajo es acompañar en estos momentos al personal de salud que, de acuerdo con la doctora Lucía Ledesma Torres, dueña del perro y responsable de la terapia canina del nosocomio, ha incrementado las consultas por agotamiento psicológico, trastornos del sueño, ansiedad y síntomas de desgaste físico y laboral, «mejor conocido como Burnout».

La terapia con animales es una herramienta que se ha vuelto popular en algunos hospitales, incluso en el 20 de noviembre, se usa en el área de oncología pediátrica, pues ayuda a los pacientes a reducir sus niveles de ansiedad, angustia o depresión.