Investigadores de cinco países iberoamericanos, incluido México, estudian hasta qué grado el confinamiento por el COVID-19 ha impactado en la salud física, mental y social de sus habitantes.

El estudio inició en abril en Cataluña, España. Entre sus primeros resultados se encontró que 24 por ciento de la población presentó ansiedad moderada o severa y 21 por ciento reportó algún signo de depresión de moderado a severo.

“Son datos bastante preocupantes, sobre todo si se compara con la Encuesta Nacional de Salud 2017 de España donde la ansiedad ronda 7 por ciento. Es un aumento exponencial, que nosotros atribuimos al impacto por el confinamiento, aunque no es un estudio en el que podamos establecer causalidades”, aseguró Constanza Jacques, investigadora de Instituto de Investigación en Atención Primaria de Barcelona (IDIAP).

En el país ibérico la violencia hacia las mujeres aumentó 2.8 por ciento. En otros rubros, se observó que la actividad física decayó y el consumo de televisión y plataformas digitales creció.

Ahora, el estudio basado en una serie de encuestas a la población se lleva a cabo en Brasil, Chile, Ecuador y México, donde los académicos temen que las afectaciones del distanciamiento social sean mayores.

“Creemos que los resultados se darán peor en Latinoamérica por las mismas condiciones de vida de la población, tienen un estado de bienestar más débil en comparación con un país europeo, entonces pensamos que hay indicadores, por ejemplo la violencia, o el estigma social por COVID-19 por lo que será peor en América Latina”, añadió Jacques.

La doctora Brenda Biaani León Gómez, quien funge como enlace con el equipo de investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública y Escuela de Salud Pública de México, explicó que la encuesta para diagnosticar el impacto en nuestro país inició el 14 de mayo a través del sitio web www.sars.mx y está abierta para que participen todos los interesados.

En este caso, también se busca observar cómo la desigualdad social afecta a los diferentes sectores de la población mexicana.

“No todos los grupos pueden afrontar la cuarentena de la misma forma, no es lo mismo si tienes vivienda, empleo, si estás tele trabajando o estás desempleado. Esto es un factor muy importante en si se cumple o no la cuarentena”, añadió León Gómez, investigadora mexicana quien trabaja en la Agencia de Salud Pública de Barcelona.

Hasta el momento, más de 7 mil mexicanos han respondido la encuesta sobre impacto social, pero expresó que se requiere una participación mayor con el objetivo de tener datos suficientes para hacer análisis representativos entre estados, grupos de población, nivel educativo, comunidades indígenas, entre otros.

Además, los resultados obtenidos en los países de estudio servirán para que las autoridades tomen mejores decisiones en caso de una segunda ola epidémica del COVID-19 o de cualquier otra enfermedad.

“Con este diagnóstico se puede actuar de mejor forma ante otros futuros desastres”, añadió León Gómez.

Constanza Jacques mencionó que esta es la primera etapa de la investigación durante la etapa de confinamiento.

La siguiente fase será realizar entrevistas para conocer de primera mano la experiencia de confinamiento de algunos de los participantes y en 6 meses se hará una nueva encuesta.

“Esta pandemia se ha centrado en el número de casos y fallecimientos, pero había todo un elemento relacionado con la cuarentena que también debía de recogerse porque la gente está sufriendo lo que implica estar en una situación de restricción de la movilidad social”, añadió la investigadora.

En la investigación participan la Fundación Oswaldo Cruz, y FIOCRUZ Brasilia y Bahia, de Brasil; la Escuela de Salud Pública Dr. Salvador Allende de la Universidad de Chile y el Instituto de Salud Pública de la Universidad Católica de Ecuador.