Al menos dos muertos y cinco heridos fue el saldo del incidente de un tren de alta velocidad tipo Alvia que se descarriló en Zamora, España, tras arrollar a un coche que se cayó a la vía desde un puente por causas desconocidas.

Los fallecidos fueron el conductor del coche y uno de los dos maquinistas, mientras que el otro resultó herido y fue hospitalizado; el tren viajaba con cerca de 180 pasajeros a bordo, de los cuales 5 resultaron con heridas leves y el resto salió por su propio pie.

El siniestro se produjo cuando el convoy comenzó a vibrar de forma repentina y tras la colisión se descarriló, provocando el vuelco de uno de los vagones de la parte frontal a la altura de la base de alta velocidad.

Dos helicópteros y varias unidades de servicios médicos prestaron servicio a los pasajeros -la mayoría por crisis nerviosa- y a los lesionados, mientras que bomberos rescataron a los maquinistas que habían quedado atrapados. Testigos señalan que la máquina quedó completamente destrozada.

La empresa Renfe, encargada de operar el servicio de tren, informó que los pasajeros serían trasladados hasta La Hiniesta y se les ofrecería un plan alternativo para llevarlos a su destino por carretera.