Agentes lograron liberar tras más de doce horas de espera y conversaciones a las 13 personas que habían sido secuestradas hoy a bordo de un autobús en el centro de ciudad de Lutsk, en el noroeste de Ucrania, por un hombre armado.

La liberación, según informó a la prensa el ministro del Interior, Arsén Avákov, citado por la agencia UNIAN, transcurrió sin mayores incidentes y el secuestrador se entregó después de que un blindado se acercase al autobús.

Según el titular de Interior, el secuestrador tenía varios cómplices, uno de ellos en la ciudad ucraniana de Járkov, donde fue detenido.

El hombre, identificado como Maxim Krivosh, que iba armado y pertrechado con explosivos, tomó el control del vehículo y sus pasajeros sobre las 09:25 horas (tiempo local).

Maxim El Malo Secuestro de bus en Ucrania

En un principio se identificó como Maxim Plojoi (el Malo).

Avákov lo calificó como «un hombre desequilibrado, que imaginó su propio mundo y decidió vengarse de él«.

Poco antes de comenzar el secuestro, Krivosh publicó sus exigencias en sus redes sociales.

En particular, demandó que una serie de políticos del país publicasen un vídeo en el que reconociesen que son «terroristas legales» y pidiesen a los ucranianos ver el documental «Terrícolas» sobre la explotación de los animales.

El único que cedió ante esta demanda fue el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenski, que publicó un vídeo llamando a ver el filme, pero lo borró tras la detención de Krivosh.

Conversaciones cautelosas

Fue una jornada larga. Después de conocerse la noticia del secuestro en horas de la mañana, las fuerzas del orden acordonaron la plaza donde se encontraba el autobús y comenzaron los intentos de contactar y conversar con el secuestrador.

Zelenski afirmó que las fuerzas del orden hacían todo lo posible para que la situación se resolviese «sin víctimas«, y aseguró que atendía directamente la situación.

«Trabajan profesionales. Hacemos todo para liberar a los secuestrados. En estos momentos se llevan a cabo conversaciones con la persona que retiene a los rehenes, por lo cual no puedo ofrecer más detalles«, afirmó durante un encuentro con la prensa, citado por la agencia UNIAN.

El SBU de la región de Volinsk, en el noroeste del país, abrió una causa penal por terrorismo, según informó en Facebook el jefe de la dirección antiterrorista de la entidad, Iván Bakánov.

«Por lo general estos procesos no son públicos y podremos responder a todas las preguntas de la sociedad cuando todos los secuestrados estén seguros. Hacemos todo lo posible en ese sentido«, agregó, en una llamada a la cautela.

Situación tensa

Durante las negociaciones la situación se mantuvo tensa, el secuestrador lanzó varias granadas y posteriormente disparó varias veces contra un dron del SBU, según informó el viceministro del Interior, Antón Gueráschenko, al canal de televisión Ukraina24.

Aunque en un principio Krivosh no permitía entregar ningún alimento a los rehenes, luego dejó que un agente del orden llevase comida y bebida hasta el autobús, informó el canal de televisión Priamiy.

Después de la entrega de comida volvieron a escucharse dos disparos.

Krivosh utilizó los teléfonos móviles de los rehenes para llamar a los familiares y exigirles que convocasen a muchos periodistas al lugar del secuestro.

«Si comienza el asalto explotaré el autobús, y no solo el autobús, sino que haré explotar una bomba por control remoto en un lugar concurrido«, amenazó al Primer Canal de Noticias Sociales de Ucrania.

Por otro lado, afirmó al portal nv.ua que los rehenes estaban en «malas condiciones«.

«El autobús está lleno, hay un herido, una embarazada y un menor«, advirtió.

Aunque la policía informó en un principio de que Krivosh había estado bajo tratamiento psiquiátrico, Gueráschenko desmintió estas afirmaciones, pero precisó que el secuestrador tenía en cambio un historial penal ya que «guardó prisión en dos ocasiones por un total de 10 años por delitos graves«.