Una corte de apelaciones de EE.UU. anuló este viernes la condena a muerte de Dzhokhar Tsarnaev, coautor confeso de los atentados de la maratón de Boston de 2013, que acabaron con la vida de tres personas e hirieron a más de 260, entre las cuales 17 sufrieron serias amputaciones. 

Tres jueces de una corte de apelaciones de Boston determinaron que debe repetirse la ultima parte del juicio contra Tsarnaev para establecer si debe o no condenársele a muerte.

Los magistrados siguen considerando a Tsarnaev culpable, pero dudan sobre si debe ser ejecutado o condenado a cadena perpetua.

«Pero, no se equivoquen: Tsarnaev pasará el resto de sus días encerrado en prisión, pero el asunto que está pendiente es si morirá por ejecución», escribieron los magistrados en su fallo de 224 páginas y al que accedió Efe.

Para recurrir la condena, la defensa argumentó que el acusado no tuvo un juicio justo porque el proceso se desarrolló en la ciudad de Boston, golpeada por los atentados, y argumentan que el proceso debería haberse celebrado en otra localidad.

En su fallo de hoy, la corte de apelaciones reconoce que el magistrado que dirigió el juicio «se quedo corto» en sus esfuerzos por asegurar un juicio justo y un jurado neutral.

Tsarnaev, de 27 años y origen checheno, y su hermano mayor, Tamerlán, desataron el terror en Boston el 15 de abril de 2013, cuando en la abarrotada línea de meta de la maratón detonaron dos bombas caseras hechas con ollas de presión con explosivos y llenas de clavos y metales.

Tres noches después de los atentados, mientras intentaban huir de Boston, los Tsarnaev dieron muerte a un policía del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) durante una persecución en la que los hermanos lanzaron explosivos, protagonizaron tiroteos y sumieron a Boston y sus alrededores en un toque de queda de 24 horas.

El hermano mayor, Tamerlán, falleció después de haber sido herido por la policía.

La anulación de la pena capital a Tsarnaev se produce justo cuando el Gobierno de Donald Trump ha decidido reanudar las ejecuciones a nivel federal después de 16 años en suspenso.

Hace cinco años, la decisión de ejecutar al acusado provocó la condena de grupos como Amnistía Internacional (AI) y de decenas de vecinos de Boston que cuando se dictó sentencia se manifestaron con pancartas en las que podía leerse: «La pena de muerte es asesinato».

Los atentados de la maratón de Boston fueron los peores perpetrados en suelo estadounidense desde el 11 de septiembre de 2001.