En 2012 un banco privado en Suiza inició una investigación por movimientos millonarios inusuales en una cuenta vinculada a Emilio Lozoya y su hermana Gilda, indagatoria que cinco años después fue informada al gobierno de Enrique Peña Nieto sin consecuencias.

Los movimientos por los que Latin America Asia Latin Bank levantó un reporte de operación sospechosa ocurrieron entre junio y noviembre de 2012 en una cuenta de la empresa Tochos Holding Limited, cuya titular era Gilda Lozoya Austin.

Las líneas de investigación llevaron a las transferencias de Lozoya Austin en Suiza, nación a la que México solicitó información sobre el exfuncionario federal.

Fue así como Suiza informó a México que desde 2012 inició su investigación debido a que Alonso Ancira, dueño de Altos Hornos de México, S.A., transfirió 3 millones de dólares desde una cuenta en Monclova, Coahuila, a una de Tochos Holding Limited en Ginebra, Suiza, y en la cual, desde el 1 de julio de 2003 hasta el 28 de febrero de 2012, Emilio Lozoya aparecía como titular, aunque posteriormente la beneficiaria fue Gilda Susana Lozoya Austin.

Lo que llamó la atención que en ese momento  fue que la hermana de Lozoya era estudiante, por lo que no era apta para ser la representante de esa cuenta por los recursos que se manejaban, pero en lugar de suspender la relación el banco comenzó una investigación exhaustiva”, señalaron los scales.

Sin embargo, no fue sino hasta diciembre de 2018 cuando la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) obtuvo toda la información bancaria que necesitaba y presentó una denuncia formal ante la entonces Procuraduría General de la República contra Emilio y Gilda Lozoya, y Alonso Ancira.

Además de levantar el reporte de operación sospechosa, el banco noticó tanto a Emiliocomo a Gilda Lozoya que esa cuenta estaba siendo investigada.

Por ello, Gilda utilizó la cuenta de Tochos Holding para transferir 34 millones 234 mil pesos para adquirir la casa de Lomas de Bezares en Polanco, en la Ciudad de México, que quedó a nombre de Emilio Lozoya.

“Llamó la atención que una empresa adquiriera un bien inmueble, dado que no tenía sentido de inversión y no representaba una ganancia para la entidad mercantil, ya que el que sería titular del bien inmueble era una persona que no tiene nada que ver con la entidad jurídica mercantil [Emilio Lozoya]”, rerieron.

“Resulta notorio que los recursos adquiridos no provienen de relaciones comerciales, sino de actos de corrupción con base en una estratagema de triangulación de recursos tanto a nivel nacional como internacional”, agregaron.

Acuerdo La FGR acusó que Emilio Lozoya y Alonso Ancira acordaron que cuando el primero fuera designado director de Pemex por la administración de Peña Nieto, quien acababa de ganar la elección de 2012, apoyaría al empresario para que la petrolera le comprara su planta de Agro Nitrogenados a un precio superior al de su valor real.

De dicha operación, el dueño de Altos Hornos obtendría un benecio económico y a cambio de ese “favor” Ancira realizó las transferencias millonarias a la cuenta de Tochos Holding.