La Talidomida es un fármaco que fue sintetizado por primera vez en el año de 1953 por Wilhem Kunz en los laboratorio Chemie Grünenthal en Alemania, con el nombre molecular de alpha-phtalyglutamic-acid-imida. Conocida por sus efectos sedantes e hipnóticos. Utilizada en el tratamiento sintomático del vómito y náuseas asociado al primer trimestre del embarazo. Para mediados de los 50 era la tercera droga mas vendida.

Entre los 50 y 60 nacieron más de 12,000 niños con graves deformaciones congénitas extremadamente infrecuentes como: focomelia, dismelia, amelia, ausencia/hipoplasia del pulgar o los dedos, malformaciones de órganos internos, entre otros. Sin embargo, hasta 1956 que se identifico el primer caso aislado de focomelia tras la exposición a Talidomida.

No fue hasta principios de la década de los 60 cuando McBride (obstetra australiano) y Lenz (pediatra genetista alemán), descubrieron y denunciaron estas anomalías detectadas en 2 series de recién nacidos cuyas madres habían sido tratadas con este fármaco durante el embarazo. Y en 1961, Lenz publica una carta sobre la capacidad teratógena de la Talidomida en la revista Lancet. Posteriormente, se estipulo que el periodo sensible al efecto de la Talidomida era de 20 y 36 días después de la fertilización (34-50 días después del último ciclo menstrual).

Durante 1961-1962, se detecto un aumento en la mortalidad del 40% en el primer año de vida, que no era limitada a las afecciones de las extremidades, sino a alteraciones oftálmicas, cardiacas, auditivas, digestivas y renales.

Después de esto fue retirada del mercado, pero el laboratorio Chemie Grünenthal continuo comercializándola para uso exclusivo de pacientes con Lepra. La Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA), aprobó su comercialización en 1998 con medidas estrictas para su consumo y distribución, para evitar efectos colaterales extremos.

A pesar de la vigilancia y distribución de la Talidomida se han seguido reportando casos de malformaciones, en zonas endémicas de lepra especialmente en Brasil, donde su venta es indiscriminada.

El resurgimiento de este fármaco promete múltiples aplicaciones en el futuro, por su mecanismo de acción, siempre y cuando se sigan adecuadamente las indicaciones y se tenga una correcta vigilancia.