El Ejército chino (EPL) aseguró hoy haber expulsado al destructor estadounidense USS Mustin de aguas cercanas a las disputadas islas Paracel (Xisha, en mandarín), en el mar de la China Meridional.

Según el coronel Li Huamin, portavoz del Comando del Teatro de Operaciones del Sur, «China envió ayer, jueves, fuerzas navales y aéreas para rastrear, identificar y advertir al buque de guerra estadounidense que se fuera tras entrar en aguas territoriales» que el país asiático considera bajo su soberanía.

El portavoz -citado hoy por el diario estatal Global Times- añadió que «EEUU ignora las reglas del Derecho Internacional y sigue provocando en el mar de la China Meridional, donde ejerce su hegemonía en nombre de la libertad de navegación».

«Estas acciones socavan gravemente nuestra soberanía e intereses. China tiene una soberanía indiscutible sobre esas islas y sus aguas adyacentes, y nuestras tropas están siempre en máxima alerta. Instamos a EEUU a que cese estas actividades», afirmó.

Por su parte, la Armada estadounidense publicó hoy, en su cuenta de la red social Twitter, fotografías del USS Mustin realizando maniobras en aguas cercanas a las Paracel, pero no hizo mención alguna a este incidente.

El Ministerio de Defensa de China indicó este jueves que las relaciones entre Washington y Pekín se enfrentan a una situación «extremadamente grave» y que el país asiático ha adoptado «medidas enérgicas» para «salvaguardar con firmeza su soberanía».

«Algunos políticos estadounidenses están haciendo todo lo posible para socavar las relaciones entre los dos ejércitos e incluso crear accidentes y conflictos militares, poniendo en peligro la vida de soldados en la primera línea de fuego», dijo el portavoz Wu Qian.

No obstante, Wu no aclaró si China lanzó dos misiles «antiportaaviones» en el mar de China Meridional el miércoles en advertencia a EEUU, tal y como habían asegurado algunos medios locales como South China Morning Post, que citó a fuentes anónimas.

Según ese diario, China habría lanzado los misiles en respuesta al envío de un avión estadounidense de reconocimiento a una zona de exclusión aérea que el EPL usa para realizar maniobras.

Filipinas, Vietnam, Malasia, Taiwan y Brunei reclaman partes de este estratégico mar -por el que circula el 30% del comercio global y que alberga el 12% de los caladeros mundiales, además de yacimientos de petróleo y gas- aunque China se atribuye la soberanía de esas aguas en su totalidad.