El inicio de las conversaciones de paz dentro de Afganistán se encuentran más cerca que nunca después de que este jueves Kabul anunciara la liberación de los últimos 400 insurgentes bajo arresto, exceptuando una decena retenidos aún por presiones diplomáticas, tras la puesta en libertad de un grupo de militares.

El Gobierno afgano lanzó un doble anuncio sobre dos cuestiones que habían paralizado el incipiente proceso de paz en las últimas semanas, en primer lugar con la liberación de los prisioneros talibanes y en segundo con la confirmación de que los insurgentes habían entregado a un grupo de militares en su poder.

INTERCAMBIO CLAVE

«La República Islámica de Afganistán ha recibido a los comandos secuestrados por los talibanes, tras lo que el Gobierno ha liberado a los 400 convictos excepto a unos pocos de los que nuestros aliados tienen dudas», dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Javid Faisal, en Twitter.

El intercambio de prisioneros se enmarca en el histórico acuerdo entre Washington y los talibanes firmado el pasado 29 de febrero en Doha, donde se acordó la retirada de las fuerzas estadounidenses del país en catorce meses.

Kabul debía liberar a 5.000 combatientes de sus cárceles, según el documento, y los talibanes han exigido el cumplimiento de esta parte del acuerdo como una condición previa indispensable a las conversaciones de paz.

Por su parte, los insurgentes afirmaron a finales de julio que habían completado la liberación de un millar de efectivos afganos a los que les obligaba el acuerdo.

Pero este polémico intercambio ha estado plagado de reticencias desde el principio, con ambas partes acusándose mutuamente de irregularidades y múltiples parones.

El Gobierno afgano se mostró especialmente reticente a poner en libertad al último grupo de 400 talibanes, a los que consideraba peligrosos, y llegó incluso a someter la decisión a una gran asamblea de ancianos a principios de agosto.

El pasado sábado aumentó la presión hacia los talibanes para que éstos liberasen a un grupo de militares afganos, 22 según fuentes oficiales.

TALIBANES RETENIDOS POR PRESIONES DIPLOMATICAS

El mensaje del portavoz del Consejo de Seguridad Nacional es claro: Afganistán ha liberado a todos los talibanes, excepto a unos pocos.

«Se están llevando a cabo esfuerzos diplomáticos para resolver el problema» de la liberación de esos prisioneros, insistió a Efe Faisal, sin querer entrar en detalles.

Las autoridades afganas no han precisado de cuántos se trata, aunque principalmente Australia y Francia han expresado sus reticencias a la liberación de entre seis y siete combatientes.

París exhortó al Gobierno afgano a mediados de agosto a no liberar a ciertos reos insurgentes por haber cometido crímenes contra soldados o trabajadores humanitarios franceses, una petición similar a la de Sídney.

Los talibanes no han reaccionado públicamente a esta decisión del Gobierno afgano.

NEGOCIACIONES A PUNTO DE COMENZAR

El proceso de paz debía comenzar en marzo, poco después de la firma del acuerdo entre Estados Unidos y los talibanes, pero los múltiples obstáculos asociados con el polémico intercambio lo han retrasado meses.

Pero en los últimos días, múltiples oficiales afganos han afirmado que las conversaciones de paz se encuentran más cerca que nunca.

Faisal confirmó hoy que los «esfuerzos diplomáticos» para comenzar el proceso de paz con los insurgentes «están en marcha» y el Gobierno «espera comenzar las negociaciones directas pronto».

El portavoz del gubernamental Consejo Superior para la Reconciliación Nacional afgano, Faraidoon Khwazoon, afirmó en un comunicado que el país «se encuentra a punto de comenzar las negociaciones de paz intraafganas».

«La reducción de la violencia y una declaración de alto el fuego son las principales demandas del pueblo. El tiempo ha llegado de que ambas partes abandonen la violencia», zanjó Khwazoon.

Abdullah Abdullah, a la cabeza del Consejo, llegó a afirmar la semana pasada que las negociaciones comenzarían esta misma semana.

Aún así, todavía no se ha fijado una fecha oficial para un acto que se espera tenga lugar en Catar, donde los talibanes mantienen su oficina política y tuvo lugar el proceso de diálogo con Estados Unidos.

De concretarse esas negociaciones, el alto el fuego permanente será uno de los principales temas de la agenda.