Cuatro hombres fueron detenidos por haber asesinado atrozmente el domingo, con puñetazos y patadas, a un italiano de 21 años, cuyos padres son originarios de Cabo Verde, según la investigación preliminar.

Willy Monteiro Duarte, un fan de fútbol y estudiante de hostelería que soñaba con ser cocinero, acudió en ayuda de un antiguo compañero de la escuela, amenazado verbalmente por uno o varios individuos el sábado por la noche, de acuerdo con los primeros elementos de la investigación, citados en la prensa italiana.

Hacia las tres de la madrugada, Willy y unos amigos se dirigían al coche para volver a casa, cuando llegó un auto a toda velocidad con cuatro hombres, bien decididos a aplicar un castigo, según testigos en el lugar.

Los amigos de Willy consiguieron huir, pese a las heridas, pero el joven cayó al suelo donde fue machacado con puñetazos y patadas, también en la cabeza. Cuando los equipos de emergencia llegaron, lo encontraron agonizando en un charco de sangre.

El asesinato tuvo lugar ante numerosos testigos en Colleferro, una comuna de 21.000 habitantes que forma parte de la zona metropolitana de Roma.

Los cuatro agresores fueron detenidos poco después de los hechos, con restos de sangre todavía en las manos, tomando una cerveza en un bar de su comuna, a 8 km, relató el diario Il Messaggero.

Se trata de Marco y Gabriele Bianchi, dos hermanos especialistas de artes marciales mixtas (MMA), Mario Pincarelli y Francesco Belleggia, todos de entre 22 y 25 años, ya fichados por la policía.

“No es posible morir así a los 21 años. Todos conocían a esos dos hermanos aquí. Desde hace dos años golpean de la misma forma, han sido los autores de otras palizas”, contó Alessandro, un amigo de Willy, al diario Il Corriere della Sera. “Tuve una pelea con uno de ellos hace unos meses porque molestaban a un amigo mío. Da bronca porque no es la primera vez que hacen esto. Podría haberse evitado”.

Se abrió una investigación por homicidio involuntario en grupo. El cargo de odio racial contra una víctima negra por ahora no se ha contemplado. Ya se encuentran detenidos en la cárcel de Rebibbia, en Roma. Por el momento no explicaron el motivo de su conducta: tras horas de interrogatorio, prefirieron el silencio.