En las declaraciones de Emilio Lozoya sobre el manejo de los 84 millones de pesos para sobornar a legisladores con la finalidad de que aprobaran la Reforma Energética de Enrique Peña Nieto, hay un nombre fundamental: Luis Vega Aguilar.

El periodista Luis Cárdenas, resaltó en su columna que, algunos priistas consultados por él bajo condición de anonimato, le confirmaron que Vega Aguilar era inamovible.

Trabajó con 10 presidentes del PRI desde el 2011 hasta el 2018, y como secretario de Finanzas y Administración del CEN del PRI, era quien autorizaba el dinero y la estrategia para distribuirlo en todas las campañas del partido. En síntesis: su visto bueno era, al mismo tiempo, el visto bueno de Los Pinos que venía con la aprobación de Luis Videgaray y de Peña Nieto.

Luis Vega Aguilar nació en Sinaloa y estudió en el ITAM y aunque nunca fue un personaje de alto perfil, pero quizá sí fue, tras bambalinas, el hombre que diseñaba y operaba todas las estrategias en el manejo de recursos multimillonarios para favorecer a candidatos del PRI durante la administración de Peña Nieto.

Cárdenas resaltó que Luis Vega se formó, primero, como secretario de Finanzas del PRI en el Estado de México cuando Enrique Peña Nieto fue gobernador y luego se convirtió en un estratega fundamental para conseguir los recursos que cobijaron la campaña presidencial.

Desde entonces, Vega prefería el manejo en efectivo, señalan, para intentar borrar las huellas del dinero.

El último trabajo de Vega Aguilar estuvo en la campaña de José Antonio Meade, misma en la que denuncian las fuentes consultadas que los recursos nunca bajaron en su totalidad, ¿a sabiendas de la derrota que vendría, se preguntan, alguien se quedó con el dinero?, escribió Luis Cárdenas.