El ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, reafirmó hoy la voluntad de su país en favor de la paz y el diálogo, en relación con el conflicto que enfrenta a su país con Grecia y Chipre por el reparto de las aguas territoriales en el Mediterráneo oriental.

«Estamos a favor de la paz«, dijo Akar en la ciudad turca de la costa mediterránea de Kas, cercana a la isla griega de Kastelorizo que era visitada simultáneamente por la presidenta helena, Ekaterini Sakelaropulu.

Akar aseguró que su país desea el diálogo, y que está dispuesto a buscar una solución por esa vía si se cumplen ciertas demandas.

El ministro turco no comentó la presencia en la cercana isla de la presidenta griega, que los medios turcos califican de «provocación».

Kastelorizo, situada a 120 kilómetros al este de Rodas y a 520 kilómetros de la Grecia continental, pero tan solo a 2 kilómetros del territorio turco, se ha convertido en uno de los símbolos -o incluso manzanas de la discordia- de la subida de las tensiones entre Atenas y Ankara en los últimos meses.

Turquía rechaza que Grecia pretenda delimitar su Zona Económica Exclusiva (ZEE) partiendo de las costas de ésa y otras islas, puesto que ello se traduciría en un dominio heleno sobre la mayor parte del Mediterráneo oriental.

Para Ankara, «las islas no pueden tener ZEE», postura que no tiene fundamento el derecho marítimo.

«La característica más importante de la nación turca es la hospitalidad. Por lo tanto, decimos ‘bienvenidos’ a todos los que vienen como invitados», se limitó a decir el ministro.

«Estamos a favor del desarrollo de todo lo que esté dentro de la paz, la estabilidad y las relaciones de buena vecindad», insistió.

El ministro pronunció estas palabras el mismo día en que el buque turco de investigación sísmica «Oruc Reis» regresó al puerto de origen de Antalya desde una de las zonas marítimas en disputa, algo que Grecia celebró como «paso positivo» hacia la desescalada de las tensiones.

Por parte de Turquía, hasta el momento no se ha hecho ninguna declaración oficial sobre el regreso del buque explorador que desde inicios del verano efectuaba prospecciones de hidrocarburos en aguas entre Chipre y Creta que Turquía reclama como ZEE, pero que se solapan con las ZEE declaradas por Grecia y Chipre.

No obstante, el diario «Yeni Safak», considerado cercano al Gobierno del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, afirma que la decisión de Ankara de no prolongar las operaciones del Oruc Reis supone «un paso dado para dar una oportunidad a la diplomacia en el marco de la solución pacífica de los problemas regionales».

La Unión Europea (UE) ha urgido a Turquía a detener sus actividades «ilegales» en el Mediterráneo oriental y a retomar el diálogo con Grecia, y ha amenazado con ampliar las sanciones contra ese país en caso de no hacerlo.