El Gobierno alemán va a proponer acoger a otros 1.500 refugiados procedentes del campo griego de Moria, en su mayoría familias con hijos, tras un acuerdo interno alcanzado entre la canciller, Angela Merkel, y el ministro del Interior, Horst Seehofer, del que informaron medios alemanes.

El acuerdo se conoce después de que el lunes las autoridades alemanas hicieran saber su disposición a acoger a «una parte sustancial» de ese campamento, no solo los menores que se han quedado sin techo tras el incendio en aquel lugar de hace unos días.

Según «Der Spiegel», según ese acuerdo todavía no confirmado oficialmente, las personas que serán acogidas en Alemania se encuentran en la isla de Lesbos y allí ya se les ha reconocido la necesidad de ser protegidos por parte de las autoridades griegas.

La semana pasada el propio Seehofer anunció que Alemania y Francia acordaron recibir al grueso de un grupo de 400 menores de Moria; en el caso de Alemania, se estima que serían entre 100 o 150 niños no acompañados.

Ese acuerdo consiste en que el resto será reubicado en otros ocho países europeos -Finlandia, Luxemburgo, Holanda, Eslovenia, Croacia, Portugal y Bélgica, más la extracomunitaria Suiza- que asimismo se han comprometido a hacerlo.

Los Verdes alemanes y La Izquierda, partidos de la oposición, y el gubernamental Partido Socialdemócrata (SPD), socio de coalición del bloque conservador de Merkel, habían criticado que Alemania solo acogiera a esa cifra de menores mencionada por Seehofer la semana pasada.

La presidenta del SPD, Saskia Esken, instó el lunes al Ejecutivo a ir más allá de lo hasta ahora comprometido ante la dimensión de la «catástrofe humanitaria» de Moria.

Son varios los «Länder» -estados federados- que se han mostrado dispuestos a acoger a más refugiados de Moria, mientras se suceden asimismo los ofrecimientos de ayuntamientos por hacerse cargo de esas personas.

El ministro del Interior ha representado en el pasado la línea dura en relación con la acogida de refugiados y las presiones en los últimos días se han centrado sobre él tras el incendió que dejó a la intemperie a las cerca de 13.000 personas del campo de Moria.