La fiscalía de Kentucky, Estados Unidos, descartó este miércoles acusar de asesinato a ninguno de los policías implicados en la muerte en marzo de la afroamericana Breonna Taylor, al imputar a un agente por cargos menores que no están relacionados directamente con la muerte de la joven.

Un gran jurado confirmó que uno de los implicados en el suceso, el exagente de policía Brett Hankinson, ha sido acusado de tres cargos de imprudencia temeraria en primer grado, lo que le expone a un máximo de 15 años de cárcel, y que no acusará al resto de los policías.

La noticia generó una ola de indignación en las calles de Louisville, la ciudad de Kentucky donde Breonna Taylor murió a tiros el pasado 13 de marzo después de que tres agentes entraran en su casa para llevar a cabo una orden de registro presuntamente en busca de estupefacientes, que al final no encontraron.