Con más de un centenar de asesinados en la primera semana de octubre, la crisis de violencia en Guanajuato persiste tras la detención del capo del Cártel Santa Rosa de Lima, en una lucha sin freno para controlar este polo industrial y económico.

Cuando se trata de crimen organizado no es suficiente sólo detener a los jefes de las bandas porque surgen otros o llegan otras bandas (…) no hay vacíos, los llenan”, aseveró este miércoles el presidente Andrés López en su conferencia diaria.

En los primeros siete días de octubre, en Guanajuato han sido asesinadas 103 personas, de acuerdo con datos actualizados este jueves por la Fiscalía General del Estado (FGE), lo que representa una quinta parte del total de homicidios dolosos registrados en todo el país en ese periodo.

El 5 de octubre fue uno de los días más violentos en la historia reciente de este región al contabilizar 32 personas asesinadas cuando a nivel nacional la cifra fue de 102. Es decir, uno de cada tres homicidios reportados en esas 24 horas ocurrió en Guanajuato.

Terror cotidiano

Eso es sólo un botón de muestra de la violencia que a diario se vive en la entidad, a pesar de que en agosto fue detenido uno de los criminales más buscados del país: José Antonio Yépez Ortiz, alias el Marro y líder del Cártel Santa Rosa de Lima.

Este mismo jueves, apareció un cadáver colgando de un puente del municipio de Celaya.

Nosotros hemos sido muy mesurados en ese tema de pensar que la detención de un personaje puede solucionar el tema de los homicidios”, sostuvo a finales de septiembre la vocera en temas de seguridad del gobierno de Guanajuato, Sophia Huett, en entrevista con medios locales.

Y en efecto, ningún lugar está a salvo en Guanajuato. Los ataques ocurren a plena luz del día en restaurantes, bares, centros nocturnos, taquerías y hasta en velatorios, como el ocurrido el 5 de octubre en el municipio de Jaral del Progreso, que dejó como saldo cinco personas muertas.

Una semana antes, asesinaron a once personas al interior de un bar de la localidad Jaral del Progreso.

Narcolucha

Este tipo de agresiones obedecerían a vendettas ejecutadas por el Cartel Santa Rosa de Lima contra integrantes que desertaron con la captura de El Marro y se fueron con el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), la otra agrupación criminal que busca controlar Guanajuato, dijo este jueves a la agencia Efe David Saucedo Torres, consultor y especialista en materia de seguridad pública.

Los asesinatos en los velorios me parece que se trata de desertores del Cartel Santa Rosa de Lima que son ultimados. Y luego los sicarios amigos de la persona asesinada se concentran en los velorios y también van ahí con el objeto de aniquilar a sus compañeros”, explicó.

Codiciado cristal

En ellos se comercializa principalmente cristal (metanfetamina) blanco y azul; este último puede ser el origen del apodo de Adán el Azul Ochoa, quien tomó las riendas del Cartel Santa Rosa de Lima tras la captura de El Marro.

Una dosis de esta droga se puede conseguir en 50 pesos y es sumamente adictiva.

En pocas palabras diríamos que la guerra de Guanajuato pasó de ser una guerra de huachicol en una guerra de cristal”, dijo el especialista.

Con todo, continúa en Guanajuato una batalla entre la organización de Jalisco y los resabios del Cártel Santa Rosa de Lima, el cual ahora es apoyado con diversas células financiadas por el Cártel de Sinaloa que busca frenar el avance de la agrupación de Nemesio Oseguera Cervantes, capo del CJNG.

Sí hay un avance del Cártel Jalisco Nueva Generación, pero a un precio muy alto. Tienen el control pero no el control total, se siguen presentando eventos de alto impacto, es decir, las zonas que controlan no quedan pacificadas”, señaló Saucedo.

De esta manera, con un acumulado de 3 mil 32 personas asesinadas de enero a agosto -de 23 mil 471 a nivel nacional- Guanajuato se mantiene como el punto más álgido de la violencia que cubre a México, con o sin El Marro.