Más de un centenar de manifestantes fueron hoy detenidos en Minsk durante la tradicional marcha opositora de los domingos contra el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko.

La policía, que detuvo a los participantes en la marcha por todo el centro de la capital bielorrusa, empleó cañones de agua, gas pimienta y granadas aturdidoras.

En algunos lugares de la ciudad se produjeron enfrentamientos violentos entre efectivos de las fuerzas antidisturbios con pasamontañas y grupos de jóvenes manifestantes.

Entre los detenidos hay casi una veintena de reporteros, entre ellos corresponsales de medios rusos, lo que fue condenado por la Unión de Periodistas de Rusia.

Esa práctica ha sido muy criticada en las últimas semanas por organizaciones internacionales, ya que varios periodistas han sido condenados a arresto administrativo y decenas se han visto privados de acreditación.

Según ha podido comprobar Efe, varias decenas de miles de personas salieron hoy a la calle a protestar, lejos de los más de 100.000 de otras ocasiones.

Las protestas antigubernamentales estallaron el 9 de agosto en Bielorrusia tras el cierre de los colegios en unas elecciones presidenciales que la oposición consideró fraudulentas y no han cesado desde entonces, aunque el movimiento de protesta ha perdido fuerza.

Lukashenko hizo el sábado una inesperada visita al centro de detención del KGB para debatir con los dirigentes opositores la reforma constitucional.

«La Constitución no puedes escribirla en la calle», dijo Lukashenko, según informa la agencia oficial BELTA.

Lukashenko, que fue investido a finales de septiembre para un sexto mandato, se refería a que la reforma constitucional no puede llevarse a cabo bajo el dictado de las multitudinarias protestas de las últimas semanas.

La líder opositora en el exilio, Svetlana Tijanóvskaya, que mantiene que es la ganadora de las elecciones presidenciales del 9 de agosto y, por lo tanto, la legítima presidenta electa de la antigua república soviética, se reunió este martes en Berlín con la canciller alemana, Angela Merkel, quien le ofreció su total apoyo.

Seguidamente el Ministerio del Interior bielorruso declaró a Tijanóvskaya en busca y captura internacional.

Lukashenko se propone reformar la Constitución con el fin de resolver la crisis política en la que se encuentra sumido el país, aunque ya adelantó que apenas reducirá las facultades del presidente.

La oposición mantiene invariables sus demandas de repetición de las elecciones presidenciales, el castigo de los altos cargos policiales implicados en la represión de las manifestaciones pacíficas y la liberación de todos los detenidos y presos políticos.

Además, el histórico opositor bielorruso, Anatoli Lebedkó, informó recientemente a Efe que la oposición ya ha iniciado la elaboración de una nueva Carta Magna que reducirá las facultades del jefe del Estado e instaurará un sistema electoral mixto.