La tala de árboles de gran importancia espiritual y cultural para un pueblo aborigen de Australia, con el fin de construir una carretera a unos 200 kilómetros al noroeste de Melbourne, ha causado protestas por las que han sido detenidos este martes 25 activistas que luchan por preservarlos.

La polémica se ahondó con la destrucción el lunes del «árbol de las direcciones», un Eucalyptus melliodor de unos 350 años que es de gran importancia para las mujeres de la etnia djab wurrung, quienes suelen mezclar las placentas de sus bebés con las semillas de los árboles.

Mediante esta práctica cultural, los aborígenes, que están muy ligados a la naturaleza, crean un nexo espiritual entre los recién nacidos con sus antepasados y les proporcionan un lugar al que pueden acudir para orientarse en el transcurso de sus vidas.

«No puedo expresar cuánto me duele en el corazón. Es un pedazo de nosotros, es cómo nos conectamos y cómo sobrevivimos. Mis matriarcas djab wurrung están devastadas», dijo este lunes en un mensaje de Facebook la senadora del Partido Verde Lidia Thorpe, que precisamente pertenece a ese pueblo aborigen.

La política del pueblo djab wurrung también publicó varios vídeos de las protestas y acciones en la jornada del martes en medio de temores de que se derriben otros árboles sagrados para este pueblo originario, mientras se buscan las vías legales para protegerlos, según dijo a Efe el Tribunal Supremo de Victoria.

La Policía del estado de Victoria confirmó a Efe la detención de 25 personas este martes, así como la remoción de tiendas de campañas y de manifestantes de las áreas en donde se construye esta carretera de 112 millones de dólares (98 millones de euros) entre las localidades de Buangor y Ararat.

«Tenemos a algunas personas protegiendo a los árboles ‘abuelo’ y ‘abuela'», dice una activista en un vídeo publicado este martes en Facebook por el grupo Whistleblowers, Activists and Communities Alliance, en el que los activistas gritan «siempre fue, siempre es y siempre será tierras aborígenes».

«¿Cómo podemos celebrar el relajamiento de las restricciones cuando un árbol culturalmente sagrado ha sido destruido?», dijo en Twitter el Servicio Nacional Legal para Aborígenes e Isleños del Estrecho de Torres (NATSILS) en alusión al anuncio del desconfinamiento de Melbourne.

Thomas Parkes, un residente en las tierras de los djab wurrung, expresó en un tuit que «en 180 años no ha cambiado mucho. La política de la ‘Australia blanca’ es reforzada por Daniel Andrews (jefe de gobierno de Victoria)«, al referirse al maltrato de los pueblos originarios tras la colonización británica.

Los incidentes en tierras djabwurrung se da más de cuatro meses de que la minera Rio Tinto volara dos cuevas aborígenes 46.000 años de antigüedad para expandir sus operaciones de extracción de hierro en la región de Pilbara, en el noroeste australiano.