Al menos tres civiles murieron y otros 13 resultaron heridos este martes por la explosión de una bomba lapa colocada en un vehículo y detonada en un barrio de la perseguida minoría chií hazara en el norte de Kabul.

El incidente tuvo lugar aproximadamente a las 13.20 horas (08.50 GMT) en un vecindario poblado en su mayoría por familias en situación de pobreza de la comunidad hazara, dijo a Efe el portavoz de la policía de Kabul, Firdaws Faramarz.

El artefacto explosivo estaba adherido a «un automóvil privado, propiedad de ciudadanos comunes», indicó.

«Hemos recibido en nuestros hospitales tres cadáveres y 13 heridos, todos civiles del lugar de la explosión», dijo a Efe Noorullah Tarakai, portavoz del Ministerio de Salud Pública.

«Las personas heridas están recibiendo tratamiento en hospitales y en su mayoría están fuera de peligro por ahora», aseguró.

Hasta el momento, ningún grupo se ha atribuido la responsabilidad de la explosión.

Esta es la más reciente de una serie de explosiones de bombas de este tipo y asesinatos selectivos en la ciudad de Kabul, ocurridos en los últimos meses y dirigidos en su mayoría contra autoridades afganas o miembros de las fuerzas de seguridad.

«La policía está investigando el ataque para obtener más detalles», indicó Faramarz.

La minoría hazara es, por otra parte, objetivo habitual de los atentados terroristas, que han causado miles de víctimas, sobre todo por parte del grupo yihadista Estado Islámico (EI), que los considera apóstatas.

El sábado un atacante, cargado de explosivos, se acercó a pie a un centro educativo en un barrio hazara en el oeste de Kabul, y cuando los guardias de seguridad le impidieron el paso, se inmoló, causando 24 muertos e hiriendo a otras 57 personas.

Un informe de la Misión de la ONU en Afganistán (UNAMA) publicado hoy reportó 5.939 víctimas civiles durante los primeros nueve meses de 2020 a causa del conflicto armado en el país.

Del total, que incluye a 2.117 muertos y 3.822 heridos, el 29 % son víctimas de artefactos explosivos.

Este último atentado se produce cuando los niveles de violencia han ido en aumento en las últimas semanas en el país, a pesar del inicio a principios de septiembre en Doha de unas conversaciones de paz entre representantes del Gobierno afgano y los talibanes que buscan poner fin a casi dos décadas de guerra en Afganistán.