Una virulenta cepa de tuberculosis del genotipo Beijing circula de forma dominante en la provincia caribeña de Colón, en Panamá, revela una investigación internacional en la que participa el biotecnólogo panameño Fermín Acosta.

Beijing es uno de los genotipos más predominantes a nivel mundial junto a otros como Latino América-Mediterráneo (LAM), Central-Asia, Haarlem, Este de Africa-India y T, y es la primera vez que se descubre su presencia en el país centroamericano, en Colón, región portuaria que es la entrada atlántica del Canal de Panamá.

El hallazgo forma parte de un proyecto liderado por científicos españoles y panameños, en el primer caso Darío García de Viedma, del Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón de España, y Amador Goodrigde, del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología de Panamá (Indicasat), entre otros.

LA CONFIRMACION DEL HALLAZGO

«Nosotros pudimos constatar que ese genotipo estaba circulando con mayor frecuencia en Colón», dijo a EFE vía telefónica Acosta, que participa en la investigación, hace su tesis doctoral sobre el tema en el Instituto Gregorio Marañón y además cursa estudios en la Universidad Alcalá de Henares en Madrid, España.

Recordó que en un estudio preliminar en 2015 se sospechó de una «alta transmisión» de este genotipo, luego se realizó un análisis retrospectivo de 42 casos de tuberculosis en el año 2018, y entre septiembre de 2019 y marzo de 2020 uno prospectivo con la vigilancia de 68 muestras más.

En la primera observación se encontró un 40 % que correspondía a este genotipo, que es una cifra «bien alta», y en la segunda un 44 % «que es un número de casos bastante frecuente entre la población» de Colón.

Esto quiere decir, de acuerdo con Acosta, que «si tienes 3 o 4 pacientes con tuberculosis, de esos uno va a ser de estos casos Beijing», y «la verdad es bastante alto con respecto a cifras en otros estudios que se han hecho donde las cifras son en torno al 20 y 15 %».

Destacó que el Beijing llama la atención porque es un genotipo muy virulento en su capacidad de transmisión en la población, y que durante estudio se encontró que posiblemente esta cepa entró a Panamá entre 2000 y 2012.

«Eso lo constatamos cuando hicimos un análisis comparativo de nuestro genotipo Beijing circulando en Panamá, con genotipos descritos a nivel mundial, en una base de datos de más de 8.000 genomas, (y así) pudimos inferir esos años» de entrada, indicó.

Acosta afirmó que atender a este genotipo, que mayoritariamente proviene del sureste de Asia, «tiene bastante importancia porque posee capacidad de adquirir mutaciones y a nivel de salud pública representa un problema bastante serio».

El científico señaló que el estudio solo se enfocó en Colón, que es una provincia «con una alta tasa de incidencia de tuberculosis en torno a entre 50 a 55 casos por año por cada 100.000 habitantes, y además con un alto índice de infección por VIH» y de «co-infección en torno al 20 al 30 % más o menos de tuberculosis y VIH«.

Añadió que en todo el país, citando cifras del Ministerio de Salud, los casos de tuberculosis han ido bajando de forma leve y en 2019 estuvieron en torno a 32 por cada 100.000 habitantes, la igual que las muertes que se situaban en 300 y han disminuido a 200 por año.

Además, destacó que para determinar si la tuberculosis Beijing tiene presencia en otras provincias del país se necesitaría de «más número de muestras o de un genotipado a nivel de toda la población».

RECOMENDACIONES QUE SE DESPRENDEN DE LA INVESTIGACION

Además del hallazgo del genotipo prevalente en Colón, entre las recomendaciones del estudio está la necesidad de hacer «más muestreo y un análisis mediante epidemiología molecular y genómica para poder determinar de una manera más concreta la fuente de origen de esta cepa», indicó Acosta.

Hay que seguir ampliando la vigilancia de la tuberculosis a nivel nacional porque lo que pasa en Colón es un hallazgo de lo que puede haber en otras provincias y en las comarcas Ngabe Buglé y Guna Yala, «que también tienen una alta incidencia de tuberculosis».

Explicó que generalmente para controlar la tuberculosis se necesita primero diagnosticar tempranamente los casos, dar el tratamiento adecuado al paciente y el control de la transmisión.

«Si algunos de esos pilares está debilitado es claro que los casos de la tuberculosis van a persistir, por lo que se debe hacer vigilancia a nivel nacional, ya sea en cultivo, diagnóstico precoz, y tratar a los pacientes con tuberculosis por supuesto», resaltó.

EXIGüIDAD DE ESTUDIOS EN LA REGION

El científico panameño considera que en Latinoamérica hay pocos estudios sobre el genotipo Beijing, destacando principalmente los realizados en Perú, Brasil, Argentina, Colombia y Ecuador, y en Centroamérica no se han dado.

En Centroamérica no hay estudios que digan tanto por ciento de genotipo hay por ejemplo en Costa Rica o Nicaragua, se reporta una alta tasa de tuberculosis pero no hay un estudio investigativo detrás que diga estos son los genotipos más circulantes, explicó.

«En nuestra región no hay estudios comparativos, quisimos hacer una análisis comparativo con el genotipo Beijing, pero no hay estudios escritos que hagan genómica, epidemiología molecular para comparar nuestros datos», aseveró el biotecnólogo.

Otra traba, dijo, «es que en nuestro país no se hace genotipado o caracterización sistemática de la cepa circulante en cada provincia o en Panamá en general, entonces es difícil trazar de un año a otro si el mismo genotipo corresponde a este genotipo» Beijing