Michael Skakel, el familiar del clan Kennedy que fue condenado en 2002 por un asesinato cometido en 1975 y que más de una década después logró que se anulara su juicio y que se le pusiera en libertad no tendrá que enfrentarse a un segundo proceso judicial, confirmó este viernes la fiscalía de Connecticut.
Se trata del último episodio de este complejo caso que acaparó la atención de los medios de comunicación estadounidenses durante décadas, y que gira en torno al asesinato en 1975 de una chica de 15 años, que recibió una brutal paliza con un palo de golf en un acaudalado barrio de Connecticut.
Skakel, vecino y primo de los Kennedy, fue finalmente acusado de su muerte y declarado culpable casi tres décadas más tarde, en 2002, pero la sentencia fue anulada por el más alto tribunal de Connecticut en 2013.
Este viernes, los fiscales anunciaron que Skakel, de 60 años, no deberá enfrentarse a un segundo juicio, y admitieron que procesar nuevamente al acusado sería imposible, porque muchas de los testigos del caso ya han fallecido.
El año pasado, el Tribunal Supremo de EE.UU. rechazó los intentos de los fiscales de revivir el caso, y este viernes la fiscalía de Connecticut puso fin al largo proceso precisamente en el 45 aniversario del asesinato de la víctima, Martha Moxley.
Moxley recibió en la cabeza varios golpes con un palo de golf de tal potencia que el arma homicida se partió, y uno de los pedazos del mango fue utilizado para apuñalarla en el cuello.
Los investigadores tardaron 25 años en acusar a Skakel por la falta de pruebas, pero fue declarado culpable en 2002 tras tres semanas de juicio.
Los nuevos abogados que contrató después de la condena arguyeron que el acusado no había recibido una defensa apropiada, algo con lo que estuvo de acuerdo un tribunal de Connecticut en 2013.
Michael Skakel, un sobrino de Robert y Ethel Kennedy, tenía 15 años cuando su vecina Martha Moxley (de la misma edad) apareció asesinada a golpes en el jardín de su casa de Greenwich, una ciudad conocida por su alto nivel de vida.