Expertos rusos estimaron hoy en más de 600 la población de tigre siberiano que habita en territorio ruso, un leve aumento con respecto a los últimos años.

«No menos de 600. Esta cifra la recibimos con ayuda de los datos obtenidos con el monitoreo de reservas, parques nacionales y cotos de caza», dijo Serguéi Aramilev, director general del centro de preservación «El tigre de Amur», a la agencia oficial RIA Nóvosti.

Con la ayuda de diferentes métodos de control, cámaras de foto y las huellas en la nieve, los expertos han concluido que «poco a poco la población de tigres está creciendo».

Aramilev destacó como factores positivos la reducción de la mortalidad provocada por el hombre, la reintroducción de tigres en la vida salvaje y el combate de la caza furtiva por las fuerzas de seguridad.

Además, se congratuló de que casi todas las tigresas que fueron soltadas en el Lejano Oriente ruso encontraron pareja.

A su vez, constató que, debido a la pandemia del coronavirus, ha aumentado la demanda de animales salvajes en Asia, donde se cree que ciertas partes del organismo del animal refuerzan el sistema inmunológico del ser humano.

El experto admitió que el tigre siberiano puede contraer la covid-19, pero, en ningún caso, es una enfermedad que le puede acarrear la muerte y tampoco puede ser fuente propagadora del virus.

El próximo censo se realizará entre 2021-22 con la ayuda de tecnologías digitales, que permitirán pronosticar el crecimiento de la población del felino más escaso del planeta.

Según reconoció el propio presidente ruso, Vladímir Putin, un amante de la fauna salvaje que ha puesto un gran interés en la protección del conocido en Rusia como «tigre del Amur» o «tigre del Ussurisk», hace poco «el tigre se encontraba al borde de la extinción».

En cambio, ahora sostiene que Rusia es el único país del mundo donde la población de dicho animal aumentó en el siglo XX, entre otras cosas debido a que el Gobierno ha prohibido la tala de los bosques de cedro coreano, hábitat de los jabalíes, una de las presas preferidas del tigre.

En una cumbre en San Petersburgo en 2010, los gobernantes de Rusia, China, la India y otros diez países asiáticos firmaron una histórica declaración en la que se comprometieron a duplicar la población mundial de tigres para 2022.