Al menos cinco personas murieron y diecinueve resultaron heridas este martes por la explosión de un coche en el que viajaba un oficial de Policía en la ciudad de Al Bab, en el noroeste de Siria y bajo control de facciones armadas proturcas, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

La ONG con sede en Reino Unido pero con una amplia red de colaboradores sobre el terreno aseguró que el jefe de la comisaría de Bazaa, un pueblo al noreste de Al Bab, pereció al explotar una bomba en el vehículo a bordo del cual se encontraba.

Esa explosión causó otras víctimas mortales y heridos de distinta gravedad, por lo que la cifra de fallecidos podría aumentar, según el Observatorio.

La ONG no apuntó quién podría estar detrás del ataque, que se produce en esta zona controlada por grupo armados sirios opositores al Gobierno de Damasco y que respaldan a las tropas turcas presentes en su territorio.

Por otra parte, la agencia de noticias estatal siria SANA informó de que un coche bomba estalló en la ciudad de Al-Bab, provocando varios heridos y daños materiales importantes, en el marco de «los repetidos ataques en la ciudad, sede de las organizaciones terroristas afines de las fuerzas de ocupación turcas».

El Gobierno del presidente Bachar al Asad denuncia la presencia de esas tropas en el norte del país, donde han desarrollado varias ofensivas contra las milicias kurdosirias, a las que Ankara acusa de estar vinculadas al proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda de Turquía.

Al Bab está bajo control de facciones pro Ankara y sus soldados desde 2016 y en esta zona son frecuentes las explosiones y ataques.

En el último atentado de envergadura, murieron diecinueve personas, entre ellas cuatro niños, y 82 resultaron heridas por la explosión de un camión bomba el pasado mes de octubre.