La justicia argelina condenó hoy a un año de cárcel y a pagar 100.000 dinares (cerca de 650 euros) de multa y reparaciones al periodista Said Boudour y el filtrador (lanzador de alerta) Noureddine Tounsi, informó el Comité Nacional para la Liberación de detenidos (CNLD).

El reportero independiente, que se encuentra actualmente en libertad, es acusado de atentar contra la moral del ejército y la integridad del territorio nacional, llamamiento a la desobediencia civil y chantaje.

A Tounsi, detenido desde el pasado 21 de septiembre, se le imputan los cargos de espionaje con agentes de una potencia extranjera, divulgación de secreto empresarial, desacato al tribunal e influencia sobre la justicia a través del uso de publicaciones y vídeos.

Según el Comité, el juez rechazó la demanda de sus abogados para poder presenciar el proceso «pese a encontrarse en la misma zona» por lo que fue juzgado en rebeldía. El activista, que comenzó la pasada semana una huelga de hambre, deberá presentarse de nuevo este miércoles ante el juez de instrucción.

Por su parte, la Plataforma de Protección de los Lanzadores de Alertas de África (PPLAAF) denunció un «hostigamiento judicial» y acusó a las autoridades argelinas de «intentar silenciar a los vigilantes de la democracia».

Según la Plataforma se trata de una denuncia penal depositada por la Empresa Portuaria de Oran (EPO), después de que los dos acusados denunciarán en 2016 varios casos de corrupción y tráfico de estupefacientes e importaciones. Tounsi fue exresponsable comercial de esta compañía pública pero fue despedido ese mismo año tras denunciar las irregularidades ante sus superiores. Dos años más tarde, creó el Comité Nacional de Defensa de Denunciantes de la Corrupción en Argelia.

En una sentencia anterior, la Fiscalía del Tribunal de Oran, les condenó a una pena de dos años de cárcel.

El pasado mes de septiembre, el periodista independiente Jaled Drareni fue sentenciado a dos años de prisión por un delito de «conspiración para una rebelión no armada y socavar la seguridad nacional» tras asistir y cubrir el pasado marzo una manifestación no autorizada del movimiento popular de protesta masivo Hirak (movimiento de protestas populares).

El reportero, de 40 años y colaborador de la televisión francesa TV5, fue condenado en primera estancia a una pena de tres años de prisión- un año menos de lo que pedía la Fiscalía-, la mayor pena a un periodista desde la independencia del país en 1962.

Junto al él, han sido igualmente condenados por los mismos delitos a cuatro meses y un año de prisión respectivamente los opositores políticos Samir Benlarbi y Slimane Hamitouche, ambos activistas del Hirak, un movimiento que comenzó pidiendo la dimisión del expresidente Abelaziz Bouteflika y que tras su primer éxito siguió tomando la calles masivamente cada martes y cada viernes hasta que estalló el coronavirus.