La agencia de espionaje de Corea del Sur acusó al dictador de Corea del Norte, Kim Jong-un, de ejecutar a al menos dos personas, prohibir la pesca y aislar a Pyongyang para detener la propagación del covid-19.

Tras una reunión de diputados surcoreanos a reporteros tras una reunión privada con el Servicio Nacional de Inteligencia (SNI), el legislador Ha Tae-keung citó al SNI al señalar que Kim está mostrando una “ira excesiva” y tomando “medidas irracionales” por la pandemia y su impacto económico.

Los dos ejecutados, según la inteligencia de Seúl, serían un cambista de alto perfil culpado de la caída del tipo de cambio, además de un funcionario clave por violar las leyes gubernamentales que restringen la entrada de importaciones desde el extranjero.

De igual forma, la pesca y producción de sal marina fue prohibida para evitar que el agua de mar “se infectara” con el virus.

Asimismo, se señaló que el régimen decretó recientemente un confinamiento sobre Pyongyang y la provincia de Jagang por el virus, además de cuarentenas en otras zonas donde las autoridades encontraron bienes no autorizados y divisas extranjeras.

En tanto, hackers de la dictadura intentaron también hackear a al menos una farmacéutica surcoreana que trataba de desarrollar una vacuna contra el coronavirus.