Tras el retiro de cargos en Estados Unidos y puesta en libertad del general Salvador Cienfuegos Zepeda, la periodista Anabel Hernández criticó y acusó que el extitular de la Sedena logró volver a México por presión de grupos de poder que ahora saben cómo someter al gobierno.

Para la reportera, haber negociado el retorno Cienfuegos mostró que el presidente Andrés López está dispuesto a recular en su discurso de combate a la corrupción, pues “solo es cuestión de saber cuál botón apretar”.

A decir de Hernández, Cienfuegos pertenece a la facción de políticos, empresarios, militares y policías que el mandatario ha aglutinado en la llamada mafia del poder, la cual ha prometido combatir en su administración. Pero el hecho de intervenir para que al general le fueran desestimados los cargos en el país norteamericano muestra signos de incongruencia, debilidad y claudicación en el discurso político de López.

La retractación pública y el rescate de Cienfuegos marca en rojo la línea limítrofe de los alcances de la prometida “cuarta transformación” dejando al desnudo su incongruencia, debilidad, carencias y claudicación. De ahora en adelante este será el parámetro con el que otros grupos de poder en México medirán” a López, publicó la periodista en su columna Contracorriente de la Deutsche Welle.

López cambió de opinión de un día para otro sobre el arresto del general. El 16 de octubre, cuando ni siquiera se habían cumplido 24 horas de la noticia, el presidente se mostraba alegre y usó el caso para reforzar su discurso de que era “una muestra inequívoca de la descomposición del régimen”.

Sin embargo, al día siguiente reculó; en Oaxaca, dijo a los medios que esperaría las pruebas y la presunta conducta criminal del general no manchaba a la institución. Se volvió a la defensiva y arremetió contra la Administración del Control de Drogas (DEA), que a decir de AMLO, decidía “como Juan por su casa” sobre los operativos que las Fuerzas Armadas solo ejecutaban.

Por otra parte, Anabel Hernández refirió que luego de enterarse del arresto, AMLO debió despedir al general Luis Cresencio Sandoval, actual titular de la Sedena designado por el mandatario. Pues Sandoval fue promovido en 2017 al grado de general de división por Cienfuegos y el entonces presidente Enrique Peña Nieto.

En los mismos años que el gobierno de Estados Unidos acusa a Cienfuegos de haber traficado droga y de haber trabajado para el Cartel H2 (2012-2018), Sandoval era uno de sus hombres de mayor confianza ocupando el estratégico cargo de Subjefe del Estado Mayor de 2013 al 2016. Es decir, Cienfuegos habría trabajado para los narcos en las narices del ahora titular de la Sedena″, acotó la autora del libro Los Señores del Narco.

Por último, Hernández confirmó que la llegada de Cienfuegos al hangar de la Fiscalía General de la República (FGR), el pasado 18 de noviembre, intentó ser documentada mediante fotografías, pero los guardias que osaron importunar con ese protocolo fueron cesados de sus funciones por órdenes del general Sandoval.