Un nuevo derrumbe en una mina artesanal dejó de 8 a 16 personas bajo tierra este viernes en Nicaragua, en donde se han reportado al menos 19 mineros fallecidos o desaparecidos en circunstancias similares en poco más de un mes.

El accidente ocurrió la madrugada de este viernes en la mina Las Brisas, ubicada en el municipio de Rancho Grande, que se encuentra a 213 kilómetros al norte de Managua.

«Entre 8 y 16 personas quedaron adentro. Ojalá no estén muertas, pero creemos que murieron porque los chavalos que lograron salir vieron cuando a la pobre gente les cayó la tierra», dijo a Efe el campesino Freddy Martínez, quien se encontraba cerca del lugar cuando la mina colapsó.

Según Martínez, los güiriseros (mineros artesanales) que quedaron sepultados se encontraban en el fondo de la mina cuando ocurrió el derrumbe, es decir, a unos 100 metros en el interior de un cerro.

Los campesinos se mostraron indignados con las autoridades locales, según Martínez, ya que supuestamente se negaron a brindar apoyo para rescatar a los güiriseros, y posteriormente la Policía se tomó el lugar e impidió realizar imágenes.

«La alcaldesa de Rancho Grande, María Isabel González, dijo que no había que alarmar a la gente, y los policías a mí no me querían dejar tomar video, de suerte me corrí y no me quitaron el teléfono», explicó Martínez, que compartió imágenes en las redes sociales.

URGENCIA ECONÓMICA

El campesino afirmó que horas antes del derrumbe, él mismo había ingresado a la mina, y notó que «a la mina le faltaban las cuñas (pilares), el suelo estaba reventado, (y) les dije que no trabajaran ahí, pero no hicieron caso y se metieron».

El problema de fondo, según Martínez, es la urgencia económica, ya que en una jornada cada minero artesanal puede ganar 5.000 córdobas (143,67 dólares), casi lo que gana en un mes en el sector agrícola, el más extendido en la zona.

«Esos pueden ganar en unas horas lo que ganan en un mes sacando frijoles o cortando café. Hay unos pobres que hasta cuelgan hamacas y viven ahí para trabajar por varios días seguidos, pero sin protección, arriesgan sus vidas para resolverle a la familia», anotó.

PROBLEMA RECURRENTE

Las Brisas es la cuarta mina artesanal que colapsa con resultados fatales en Nicaragua en las últimas seis semanas.

El 3 de noviembre pasado al menos dos «güiriseros» murieron al derrumbarse una mina en Bonanza (noreste), el mismo día que el huracán Eta impactó Nicaragua en categoría 4 de la escala Saffir-Simpson, aunque el Gobierno negó la relación entre las muertes y el fenómeno.

El pasado día 4 unas 19 personas quedaron soterradas al colapsar una mina en Río San Juan, fronterizo con Costa Rica, de las cuales una sobrevivió y dos fueron encontradas muertas.

La suerte de las restantes 16 nunca se supo, ya que el Gobierno suspendió las labores de búsqueda tras 17 horas y evitó esfuerzos adicionales, entre críticas por la posibilidad de que estuvieran vivas.

Más tarde, el pasado día 10, un joven «güirisero» de 19 años falleció luego de quedar bajo una roca que se desprendió de una mina artesanal, también en Bonanza.

El oro es uno de los tres principales productos de exportación de Nicaragua, junto al café y la carne de bovino.

Los «güiriseros» son aquellos mineros que no logran obtener una plaza en las grandes empresas extractoras, y se dedican a explotar yacimientos abandonados.