La Policía del estado brasileño de Río de Janeiro se incautó de 82.969 armas en la década entre 2010 y 2019, lo que equivale aproximadamente a un arma a cada hora, según un estudio divulgado este lunes por la Secretaría de Seguridad Pública regional.

Tan sólo en 2019 fueron decomisadas 8.423 armas, valoradas en conjunto en cerca de 23 millones de reales (unos 4,5 millones de dólares), según las estadísticas del Instituto de Seguridad Pública.

De las armas retiradas de los criminales el año pasado, el 45 % eran pistolas (3.784), el 34,2 % revólveres (2.878) y el 6,5 % fusiles (550). 

El número de fusiles decomisados en 2019, en un 11 % superior al de 2018, fue un récord y demostró que las bandas criminales que operan en Río de Janeiro están cada vez más interesadas en armas de guerra y de largo alcance.

Pese al aumento de los fusiles incautados, el número total de armas decomisadas en 2019 fue en un 6,5 % inferior al de 2016 (9.010), hasta ahora el mayor ya alcanzado.

«Hubo un aumento en la aprehensión de pistolas y fusiles, lo que puede demostrar un aumento en el poder de letalidad de los criminales y de las organizaciones criminales, ya que estas armas tienen capacidad para una mayor cantidad de disparos», explicó la directora del Instituto de Seguridad Pública, la comisaria Marcela Ortiz, citada en un comunicado de la entidad.

La comisaria explicó que el valor de 4,5 millones de dólares calculado para las armas aprehendidas en 2019 puede ser hasta cuatro veces mayor, ya que tuvo en cuenta su valor en el mercado formal y no en las calles.

La mayoría de las armas fue decomisada en operaciones contra las bandas de narcotraficantes y de milicianos (parapoliciales) que ejercen control en las diferentes favelas de Río de Janeiro y que frecuentemente se enfrenta entre sí en la disputa por territorios.

EL 73 % DEL ÁREA DE RÍO DE JANEIRO ES CONTROLADA POR CRIMINALES 

Según un estudio divulgado en octubre pasado por el Grupo de Estudios sobre Grupos Ilegales de la Universidad Federal Fluminense (UFF), el 73 % del área de la ciudad de Río de Janeiro, comprendida por 96 barrios en los que viven 3,8 millones de personas, es controlada por grupos criminales.

De acuerdo con el llamado «Mapa de los Grupos Armados de Río de Janeiro«, las milicias, integradas por expolicías y que nacieron hace unos veinte años para combatir a los narcos, ya dominan el 57,5 % del territorio urbano en la segunda mayor ciudad brasileña.

El dominio en otro 15,4 % del territorio se lo reparten las tres mayores organizaciones de narcotraficantes que operan en Río de Janeiro: el Comando Vermelho (Rojo), con el 11,4 %; el Tercer Comando (3,7 %) y la facción Amigos de los Amigos (0,3 %).

Según el estudio, un 25,2 % del área urbana en Río de Janeiro está en disputa entre las diferentes organizaciones criminales, lo que lo convierte en escenario constante de enfrentamientos armados, y sólo un 1,9 % está libre del dominio de grupos armados ilegales.