Los Rockets de Houston viajaron a Portland con apenas nueve jugadores para disputar esta noche el partido contra los Trail Blazers después que la NBA anunció que otros cuatro de la plantilla no podrán competir hasta el próximo miércoles cuando hayan cumplido la cuarentena por el coronavirus.

Los jugadores que tendrán que cumplir con los protocolos de seguridad de covid-19 son los titulares, el base John Wall, el pívot DeMarcus Cousins, el escolta Eric Gordon y el novato Mason Jones, todos ellos considerados por la NBA como contactos cercanos y obligados a estar alejados del equipo.

Antes que la NBA comunicase a los Rockets la cuarentena de los jugadores, los Rockets ya los habían descartado para el partido de esta noche, que será el primero de la nueva temporada que van a disputar después que el inaugural del pasado miércoles, frente a los Thunder de Oklahoma City, tuvo que ser suspendido por los casos de Covid-19.

Tampoco podrán jugar el partido del próximo lunes contra los Nuggets de Denver y si las próximas pruebas son negativas, los afectados podrán regresar con el equipo para el encuentro del jueves frente a los Kings de Sacramento.

El escolta estrella James Harden, quien completó el viernes, una cuarentena de cuatro días, viajó con el equipo a Portland al recibir la autorización de la NBA y podrá jugar el partido ante los Trail Blazers si Stephen Silas, el nuevo entrenador del equipo, lo considera oportuno.

No estuvo disponible para el primer partido de temporada pospuesto debido a una violación de los protocolos de salud y seguridad de la NBA, además de ser multado con 50.000 dólares.

Los protocolos de la NBA sobre rastreo de contactos le dan a la liga la capacidad de tomar decisiones sobre posibles plazos de vuelta de los jugadores si sus pruebas se mantienen negativas.

Los Rockets viajan a Portland con nueve jugadores, uno más que el mínimo requerido para jugar un partido de la NBA.

Los aleros, el reserva Ben McLemore y el novato Kenyon Martin Jr. dieron positivo por COVID-19 esta semana.