La policía de la ciudad de Nueva York recurrió a las tácticas de siempre por motivo de las celebraciones del Año Nuevo el jueves, desplegando perros detectores de bombas y camiones cargados de arena como medida de precaución ante cualquier explosión.

Pero los planes del departamento para este año incluyen una ordenanza inusual: evitar todo tipo de multitud en Times Square.

Alegando inquietudes en torno a la propagación del COVID-19, la policía cerró la famosa intersección a los vehículos y transeúntes a la medianoche y dijo que dispersaría a cualquiera que se aventure a una “zona congelada”, las calles que rodean la bola que históricamente atrae a muchedumbres.

“Si piensan que van a poder estar ahí de pie y ver la bola, están equivocados”, señaló Terence Monahan, jefe policial, en referencia a la bola de cristal brillante que desciende por un asta en Times Square cada víspera de Año Nuevo para marcar la medianoche.

El departamento de policía anunció un cierre que se ampliará a las 3 de la tarde. Incluso los huéspedes de cinco hoteles ubicados en la zona han recibido instrucciones de permanecer dentro.