¿Coronavirus? ¿Qué coronavirus? Eso es lo que parece que piensan los miles de turistas y residentes locales de Miami Beach que disfrutan de la playa, fiestas en locales nocturnos y el ambiente en unas calles en las que muchos olvidan que Florida registra sus peores días desde que comenzó la pandemia del coronavirus.

Con o sin la covid-19, la fauna habitual del popular paseo de Ocean Drive pasea sus cuerpos semidesnudos y su desparpajo habitual mientras se mezclan las alegres conversaciones que llegan de las abarrotadas terrazas de los restaurantes, una amplia diversidad de músicas y los efluvios de marihuana que no hay mascarilla que mitigue.

Uno de los que contribuyen a ese bullicio es el grupo de amigos del brasileño Silvio Maraca, quien viajó a disfrutar del buen tiempo y de la fiesta de Miami Beach, sin miedo a contagiarse o contagiar.

En su caso, dice en conversación con Efe, sin mascarilla, por supuesto, es porque ya pasó la enfermedad y dio negativo al test previo a subirse al avión a Miami.

  • Sobre lo de no cubrirse la boca, explica que como la policía solo «amenaza» con poner una multa, sin pasar a mayores, y solo si uno se acerca mucho a ellos sin mascarilla, es tan fácil como no aproximarse a los agentes y mantener una filosofía que parecen seguir muchos en Miami Beach: «Vale más la diversión del momento» que el posible castigo.