La titular de la Secretaría de Energía (Sener), Rocío Nahle, defendió este viernes su política energética tras una carta de varios ministros de Estados Unidos en la que se acusa al gobierno del presidente Andrés López de «dañar el clima de inversión» por restringir la participación privada.

«La relación con Estados Unidos dentro del T-MEC (Tratado de México, Estados Unidos y Canadá) en materia de energía es de respeto a las normas constitucionales de cada país, así quedó especificado en el tratado«, argumentó Nahle.

Esta declaración ocurre después de que Washington criticó el compromiso de México con el nuevo acuerdo comercial en una carta enviada el 11 de enero y difundida este viernes firmada por los secretarios de Estado, Mike Pompeo; de Energía, Dan Brouillette, y de Comercio, Wilbur Ross.

El inusual texto, enviado una semana antes del cambio de administración de Estados Unidos, está dirigido a Nahle y a los secretarios de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y de Economía, Tatiana Clouthier.

La carta constituye una significativa llamada de atención al gobierno mexicano por su controvertida política energética que afecta a las inversiones de empresas de Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea al restringir sus planes e inversiones.

Las ostensibles diferencias del gobierno de Donald Trump con México en materia energética se verán además incrementadas con la nueva Administración del demócrata Joe Biden, quien tiene un enfoque totalmente distinto a López en materia de política energética.

Mientras Biden apuesta decididamente por las energías renovables, la administración López defiende el petróleo y el carbón para favorecer a Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

«Las recientes acciones regulatorias del Gobierno de México han creado una significativa incertidumbre sobre el proceso regulatorio de México, especialmente en el sector energético, y han dañado el clima de inversión en conjunto«, escriben los secretarios estadounidenses.

«En el marco de sus atribuciones, el gobierno de México implementa un adecuado balance energético dentro del territorio nacional«, sostuvo este viernes Nahle.

Entre los reclamos en la carta, Washington destacó que los reguladores han recibido presuntas presiones para bloquear permisos para proyectos energéticos del sector privado y usar su autoridad para favorecer a las empresas del Estado.

Los secretarios estadounidenses denunciaron que ello afectaría «de manera adversa» cientos de millones de dólares de inversión.

«Aunque respetamos el derecho soberano de México de determinar sus propias políticas energéticas, estamos obligados a insistir que México debe respetar sus obligaciones bajo el T-MEC«, establece el texto.

Empresarios del sector energético reconocieron que el T-MEC incluye un nuevo capítulo 8 de «Reconocimiento de la propiedad, directa, inalienable e imprescindible del Estado mexicano sobre hidrocarburos«.

Pero advirtieron que existen otros capítulos de acceso a mercados, protección de inversiones, buenas prácticas regulatorias y empresas del estado que obligan a México a no dar un trato discriminatorio y garantizar la autonomía de los reguladores.