Pequeños grupos de migrantes hondureños han arribado en las últimas horas a la frontera entre México y Guatemala, tras burlar a las fuerzas de la Policía Nacional Civil y al Ejército de Guatemala para intentar ingresar a territorio mexicano.

En la ciudad de Tecún Umán, Guatemala, se observan decenas de migrantes que descansan en grupos, otros deambulando y unos más en busca de ayuda para recabar alimentos que les permitan permanecer en territorio guatemalteco.

Hace tres días, algunos migrantes hondureños rodearon los puestos de control del gobierno de Guatemala y desde entonces han llegado a los albergues o lugares de acogida en busca de refugio, pero no son aceptados. Únicamente les brindan alimentos, agua y un equipo de limpieza.

Sergio Madariaga, originario de Santa Bárbara, Honduras, quien iba acompañado de otros 30 extranjeros, aseguró a Efe que van a esperar en el poblado fronterizo para poder cruzar a México porque quieren mejorar su calidad de vida con empleo que les pueda brindar el Gobierno mexicano.

La idea de Madariaga es establecerse en México, ya que el problema de su país de origen es que no hay trabajo, lo que les obliga a marcharse. El migrante fue claro: los centroamericanos seguirán saliendo de sus países, porque «a la migración no la parará nadie».

Nos hemos venido de bus en bus, al llegar a la casa del migrante nos dijeron que nuestra estancia era temporal porque venía un comando a traernos y que fuéramos breves, por lo que muchas familias abandonaron el lugar para esconderse. Afortunadamente vino el comando, pero solo a vigilar y se fue», relató.

  • Hasta esa ciudad, frontera con México, siguen llegando cientos de migrantes para reagruparse y sortear a las autoridades de Guatemala y México a través de balsas con las que cruzar el río Suchiate, y por los puntos ciegos que tienen a lo largo de los 700 kilómetros de la frontera que comparten ambos países.