Al menos 12 personas murieron y decenas más resultaron heridas hoy por la explosión de dos coches bomba en dos puntos de la provincia noroccidental siria de Alepo, uno de ellos contra un puesto de control de una milicia proturca y otro en una zona controlada por Ankara y sus mercenarios.

La Defensa Civil, conocida como los Cascos Blancos, informó en su cuenta de Twitter de que «12 personas murieron y 29 resultaron heridas en dos detonaciones sucesivas de sendos vehículos bomba en las zonas rurales de Alepo», menos de 24 horas después de que una acción similar provocara 8 decesos en Afrín, también bajo control turco.

Uno de los ataques ocurrió cuando un vehículo cargado de explosivos detonó a primera hora de la tarde en las inmediaciones del centro cultural de Azaz, a pocos kilómetros de la frontera con Turquía, de acuerdo con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, ONG con sede en el Reino Unido.

La organización, con una amplia red de colaboradores sobre el terreno, contabilizó como consecuencia de la deflagración el fallecimiento de seis personas, entre ellas una niña, y alrededor de una treintena de heridos, de los que varios se encuentran en estado «crítico».

  • El segundo ataque, también perpetrado con coche bomba, se produjo alrededor de la misma hora cerca de la localidad de Bazzaa contra un puesto de control de la facción División Al Hamza, afiliada al grupo rebelde proturco Ejército Nacional Sirio, causando cinco muertos y siete heridos en sus filas.