La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) destacó que la fabricación de vacunas es un área muy regulada, compulsivamente vigilada y supervisada para garantizar la eficacia, seguridad y calidad de cada producto.

Detalló a través de un comunicado que las actuales vacunas no surgieron de la nada; todas las plataformas de producción, incluyendo las de RNA-mensajero, tienen años de desarrollo y se adaptaron a la realidad del coronavirus.

Señaló que el proceso de evaluación de los biológicos en nuestro país es estricto y no depende de influencias políticas; la aprobación depende de una comisión de expertos independientes a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), que evalúan toda la documentación y deciden sobre la autorización de estas vacunas. Así es, como se han autorizado ya las vacunas de Pfizer, y Astra-Zeneca, y más recientemente la vacuna Gam-covid-vac o Sputnik V. La decisión, considera los reportes del análisis intermedio de los estudios clínicos fase 3 que muestren eficacia para prevenir la COVID-19 grave.

En el año 2 de la pandemia tenemos la perspectiva de mitigar e interrumpir la transmisión y contagios de la COVID-19, basados en la vacunación. Simultáneamente, es apremiante reforzar nuestras medidas preventivas de higiene, distancia, aislamiento y cubrebocas, a lo largo de la campaña de vacunación.

  • La UNAM se mantiene  atenta a las inquietudes sobre el tema y convoca  a la población a vacunarse conforme a las disposiciones de la autoridad sanitaria oficiales, no obstante que anticipamos que el camino no estará exento de contratiempos y dificultades.