De manera pacífica contingentes de mujeres de todos los rincones, acudieron al «muro de la vergüenza» que instaló el presidente, Andrés Manuel López Obrador, afuera de Palacio Nacional para poner una ofrenda en honor a todas las víctimas de feminicidios y exigir fin al patriarcado.

Con consignas como: «¡No somos una, no somos 100, pinche gobierno cuéntanos bien», hombres, mujeres, niñas y familias enteras acudieron a la Plancha del Zócalo para mostrar su apoyo al movimiento feminista que reclama no más omisiones por parte de las autoridades respecto a la violencia de género.

En las vallas que rodean toda la fachada de Palacio Nacional, se realizaron pintas con los nombres de las mujeres que han sido asesinadas: madres de familia, hermanas, amigas, migrantes y todas aquellas que solo han pasado a formar parte de una estadística, sin que haya un compromiso verdadero para terminar con este fenómeno que afecta a todos los ámbitos y estratos sociales.

¡Ni una más!, exigen y al mismo tiempo lamentan la insensibilidad mostrada por el presidente, López Obrador, que no cede en dejar de defender a un violador que aspira a gobernar Guerrero como lo es Félix Salgado Macedonio.

Con melodias melancólicas un par de músicos aprovecharon para ambientar el mausoleo que se instaló frente a la morada del titular del ejecutivo federal, para recordar a todas las víctimas de violencia que han perecido en nuestro país y que pareciera no importar a quienes se encargan de impartir justicia en el país.

  • Todo esté escenario se da a un día de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer que se celebra cada 8 de marzo y en el cual se esperan un sin fin de manifestaciones en todo el país.