Siete pacientes de covid-19 murieron este sábado en un hospital de Jordania debido a la interrupción en el suministro de oxígeno, informaron este sábado las autoridades jordanas en un caso que ha llevado a la dimisión del ministro de Salud, Nazir Obeidat.

«La falta de oxígeno causó seis muertes«, dijo Obeidat en declaraciones a la televisión estatal, aunque posteriormente el director del Centro Nacional de Medicina Forense, Adnan Abas, elevó esa cifra a siete.

El titular de la cartera de Salud explicó que hubo una interrupción del suministro de oxígeno durante una hora en la mañana del sábado «debido a que se acabó el oxígeno almacenado» en el Hospital Salt, una moderna infraestructura situada 15 kilómetros al oeste de Amán e inaugurada en agosto pasado.

Tras salir de una reunión en dicho centro sanitario, Obeidat anunció que había presentado su dimisión al primer ministro, Bisher al Jasauneh, por considerar que recaía sobre él «la responsabilidad ética» de lo sucedido.

Al Jasauneh afirmó que el rey Abdalá II, que por la tarde visitó el Hospital Salt, aceptó la renuncia del titular de Salud, indicó que había ordenado una investigación «independiente y transparente» sobre este incidente y aseguró «que quien resulte responsable deberá se castigado conforme a la ley«.

Además anunció la declaración de un estado de emergencia en «todos los hospitales públicos para asegurar la seguridad de todas las medidas adoptadas para proteger la salud de los ciudadanos«.

Estas muertes se producen en un momento en el que la evolución de los contagios apuntan al inicio de una nueva ola en Jordania, después de la sufrida entre septiembre y diciembre pasados.

El pasado miércoles el Gobierno había decidido aumentar las restricciones para enfrentar la subida de los casos, con medidas como adelantar tres horas el toque de queda que ya estaba en vigor por las noches, suspender las oraciones en las mezquitas los viernes y en las iglesias los domingos, así como las clases presenciales en iglesias y universidades.

El viernes se registraron 7.705 nuevos contagios y 55 muertes, lo que elevaba la cifra total desde el inicio de la pandemia a casi 465.000 casos y 5.224 fallecimientos, en una población de 10 millones de habitantes.