Moisés Naím, miembro del Carnegie Endowment for International Peace, señaló en entrevista con el diario Financial Times que los proyectos del Tren Maya y la refinería de Dos Bocas, que encabeza el presidente Andrés López, demuestran que vive «enamorado de las malas ideas«.

El diario británico publicó este martes un reportaje en el que, de acuerdo a los expertos, el mandatario mexicano parece encarnar propuestas y proyectos que llevan al país hacia el pasado.

Ha orientado firmemente el barco económico mexicano hacia el siglo XX”, consideró Ernesto Revilla, jefe de economía latinoamericana de Citigroup.

Lo anterior, ilustra el rotativo, se puede vislumbrar con la política energética de López, pues mientras él sigue apostando por el diesel y reformas a favor de la generación de combustibles fósiles, su socio comercial más importante, Estados Unidos, apuesta por dejarlos de lado en 2050.

«Su refinería de petróleo se está construyendo en un momento en el que las empresas energéticas mundiales compiten por deshacerse de esos activos en medio de un exceso de oferta«, escriben los dos periodistas encargados del texto.

En tanto que el propio Moisés Naím estimó que el titular del Ejecutivo federal mexicano «es quizás el máximo exponente en América Latina de lo que yo llamo ‘necrofilia ideológica‘, una atracción apasionada por ideas e ideologías que han sido probadas y fracasadas infinidad de veces en México y América Latina«.

Sin embargo, y pese a la opinión de los expertos, destaca que la popularidad del presidente se mantiene en 64 por ciento y ni los casi 200 mil muertos por covid-19 y los 11 feminicidios al día, han hecho que la población crea que está haciendo un buen trabajo.

Se ha quedado corto en todas las áreas, incluso en la lucha contra la pobreza y la corrupción”, dijo la encuestadora Lorena Becerra. “Y, sin embargo, existe esta noción generalizada de que López no es responsable”.

No obstante, el Financial Times recuerda que incluso de antes de la pandemia de covid, el país se encontraba en recesión, esto pese a que López había prometido un crecimiento del Producto Interno Bruto de hasta 6 por ciento.

En tanto, los pobladores que se encuentran en la periferia por donde pasará el Tren Maya consideran que la obra no es sinónimo de desarrollo y esperan que el gobierno recule al respecto.

AMLO no nos está llevando en la dirección correcta”, dice Cristopher Herrera, veterinario de la localidad de Escárcega, cuyo negocio se encuentra en el camino del Tren Maya. «Para mí, un tren no significa desarrollo«, dijo al medio inglés.