La Policía de Turquía prohibió grabar imágenes o sonidos de los agentes durante manifestaciones o cualquier acción en el espacio público, en una medida que afecta también a los medios de comunicación críticos con el gobierno.

La Dirección General de Seguridad envió una circular a todos los departamentos de Policía del país informando de que se podrá detener y tomar acciones legales contra quienes graben a los agentes, según han anunciado varios medios y el propio Colegio de Abogados.

La Policía argumenta que esas grabaciones «violan la privacidad del cuerpo y de los agentes» y que, en ocasiones, se puede llegar a «malinterpretar» las imágenes que se publican en la prensa.

«En ocasiones (la toma de imágenes) puede impedir el desarrollo de su labor y se publican en plataformas digitales de una forma que dañan los derechos y la seguridad de nuestro personal y de los ciudadanos«, señala la circular, que reproduce el diario Medyascope.

La directiva, firmada por el director de la Policía, Mehmet Aktas, no especifica qué tipo de imágenes serían consideradas delito y señala que será acorde «a la naturaleza de la acción«.

La medida afecta también a los periodistas que no tienen acreditación de prensa, un creciente problema en Turquía, donde el gobierno ha cancelado en los dos últimos años mil 238 permisos de prensa a informadores críticos con las autoridades.

El Colegio de Abogados ha criticado que esa prohibición dificultará tener pruebas de delitos o abusos cometidos por la Policía.