El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), a través de la encuesta para la medición del impacto Covid-19 reportó un total de 5.2 millones de personas entre 3 y 29 años que no se inscribieron en el ciclo escolar 2020-2021 por motivos asociados a la pandemia de Covid-19.

La deserción escolar es uno de los problemas más graves que ha reforzado la pandemia y genera una brecha de pobreza cada vez más marcada entre los mexicanos.

Irma Alejandra es Vásquez es docente desde hace 10 años a nivel medio superior y señaló a Síntesis que, una de más grandes complicaciones que se han generado en la educación pública es el poder de adaptación a la tecnología y las clases a distancia debido infraestructura y destacó, “muchos alumnos no tienen computadoras en su casa, no tiene internet en su casa, me rompen el corazón cuando los veo que están tomando clases desde el celular y que están consumiendo sus datos”.

De acuerdo con el Inegi, el desempleo de alguno de los padres y carecer de computadora u otros dispositivos para conectarse a internet, fueron algunos de los motivos por los cuales los alumnos no se inscribieron al nuevo ciclo escolar. Un 25.3 por ciento se encontró en la primera situación y 21.9 por ciento en la segunda.

Desgraciadamente se ha visto una gran deserción de alumnos por estos motivos, y los que sí tiene internet, computadora y un espacio, no les está gustando, pues los muchachos se están quedando sin convivencia”, señala la Profesora Vázquez.

Según un estudio de Unicef México indica que el confinamiento prolongado ha deteriorado de los niños y jóvenes, provocando cuadros de estrés, depresión, ansiedad y frustración. Lo anterior lo conforma la maestra Irma al indicar que sus alumnos “del lado emocional, están muy mal los chicos, y muchos están en la posición de que no están aprendiendo nada, y ya están demasiado aburridos”.

Para los docentes ha sido todo un reto tener que trasladar las aulas a un mundo digital y a pesar de que echan mano de varias herramientas para garantizar el aprendizaje de sus alumnos, hay factores externos generados por la pandemia que les impiden aprovechar al máximo su clases virtuales.

La profesora Vázquez destacó a Síntesis que el tiempo de preparación de clases es mayor y la atención a los alumnos es personalizado con la finalidad de que los estudiantes se sientan acompañados, adicional de los cursos constantes con los que tienen que cumplir los docentes y actualizarse contantemente para impartir su cátedras.

La profesora Irma imparte Clases de Física a nivel medio superior y señaló “me ha costado mucho trabajo, de verdad sufro, cuando les quiero proyectar una película o algún otro material, todo esto nos lleva mucha preparación y hasta puedo decir que angustia”

La maestra Vázquez recordó sus primeras clases virtual con Síntesis y aseveró, “recuerdo perfectamente que me estaba sudando la espalda, porque mi angustia era que se proyectará, que sí se grabará la clase”.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) alertó que prolongar el regreso a clases hasta el siguiente año escolar tendrá impactos importantes en la continuidad de los estudios de las y los adolescentes, por fortuna la Ciudad de México comenzará a vacunar al personal docente el próximo 18 de mayo, lo que genera la posibilidad al regreso a clases presenciales.

La profesora de física señala que ya se encuentra registrada para recibir la vacuna contra covid-19, pero para el regreso presencial, los sindicatos educativos señalan que se tiene que cubrir ciertas características. “Se tiene que pasar tres V, la vacunación, vulnerabilidades y semáforo verde” explicó la docente.

Sin embargo, la profesora Irma se dice contenta ante la posibilidad de regresar a clase de manera presencial pues muchos alumnos ya presentan problemas emocionales ocasionados por la nueva normalidad, “necesitamos cuanto antes reactivar la educación, no por la cuestión académica, sino por la cuestión emocional, los chicos ya traen mucha ansiedad”.

  • Según el Inegi más de la mitad de la población entre 3 y 29 años tienen mucha disponibilidad para asistir a clases de manera presencial cuando el gobierno lo permita, sobre todo el grupo entre 13 y 18 años, grupos con los que trabaja la profesora Irma, la cual confirma que los alumnos ya se encuentran ansiosos de regresar a las aulas de manera presencial