Roland Garros entronizará a su reina este sábado. Sus pretendientes, dos jugadoras fuera del top 20, la rusa Anastasia Pavlyuchenkova y la checa Barbora Krejcikova. Un duelo fruto de la volatilidad del tenis femenino en el último lustro, cuando cinco ganadoras diferentes en la arcilla de París.

En una imprevisible edición, fueron eliminadas las tres principales favoritas por diferentes razones: la número 1, la australiana Ashleigh Barty resultó lesionada; la número 2, la japonesa Naomi Osaka, se fue en conflicto con la organización por sus discrepancias con la relación con la prensa; y la bielorrusa Aryna Sabalenka cayó dentro de las pistas -precisamente ante Pavlyuchenkova-.

Para más inri, la vigente campeona, la polaca Iga Swiatek, también se quedó por el camino. Un clásico del torneo, la estadounidense Serena Williams (39 años), también cedió en las primeras rondas.

Ante tal escabechina entre los nombres más fuertes, Pavlyuchenkova (32 del mundo) y Krejcikova (33) se han entrometido en la gran final. La primera, de 29 años, encarna la tenacidad. En su participación número 52 en Grand Slam ha tocado una semifinal por primera vez. Y su palmarés es virgen. Nunca ha ganado un título de individuales.

Estuve cerca de unas semis un par de veces, pero no se dio. Fueron altibajos en términos de resultados», reconoció la rusa, marcada por cierta irregularidad en una carrera que ha sido de más a menos, hasta el momento.