El Banco de México (Banxico) subió este jueves la tasa de interés en el 4.25 por ciento con un aumento de 25 puntos base el objetivo ante la recuperación de la actividad económica global del segundo trimestre.

La Junta de Gobierno de Banxico aprobó esta decisión con una votación divida en la que tres integrantes apoyaron la nueva tasa y dos preferían mantenerla en 4 por ciento, nivel que tenía desde febrero.

«Desde la última decisión de política monetaria, el peso mexicano se depreció, las tasas de interés de corto plazo aumentaron y las de mayor plazo disminuyeron. La recuperación de la economía mexicana registró un importante repunte en marzo y cierta moderación en abril«, argumentó Banxico.

El regulador detectó «choques adicionales» a los previstos en la inflación general y subyacente, que alcanzaron cifras de 6.02 y 4.58 por ciento en la primera quincena de junio.

También razonó que las expectativas de inflación general y subyacente en 2021 «volvieron a aumentar«, aunque las de mediano y largo plazo «se mantuvieron relativamente estables» en niveles superiores a la meta de 3 por ciento.

«En este contexto, se consideró necesario reforzar la postura monetaria a fin de evitar afectaciones en las expectativas de inflación, así como para lograr un ajuste ordenado de precios relativos y propiciar la convergencia de la inflación a la meta del 3 por ciento«, justificó.

Este es el primer aumento que el banco central hace a la tasa de interés desde el 11 de febrero, cuando la llevó de 4.25 a 4 por ciento, la tasa de referencia más baja desde mediados de 2020.

Antes del estallido del covid-19, en marzo de 2020, los tipos de interés estaban en el 7 por ciento.

Pero el banco central prevé que la economía mexicana «retome su trayectoria de recuperación, con un balance de riesgos equilibrado y que se mantengan condiciones de holgura en la economía en su conjunto«.

Banxico ha pronosticado que el PIB crecerá hasta 7 por ciento en 2021 tras la caída histórica de 8.2% de 2020.

Como riesgos al alza, el organismo autónomo enunció presiones inflacionarias externas, presiones de costos o reasignaciones de gasto, persistencia en la inflación subyacente, depreciación cambiaria y que la sequía presione a los precios agropecuarios.

A la baja, consideró efectos de la brecha negativa del producto, mayores medidas de distanciamiento social, y apreciación cambiaria.

El próximo anuncio de política monetaria de Banxico está programado para el 12 de agosto.