Un avión de carga Boeing con dos tripulantes a bordo amerizó este viernes de emergencia en el océano frente a la costa de Honolulu, Hawaii, Estados Unidos, después de que los pilotos informasen de problemas en el motor, informó la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés).

Ambos pilotos, que fueron rescatados posteriormente por equipos de salvamento locales, habían informado de complicaciones en el motor durante el vuelo y estaban intentando regresar a Honolulu cuando «se vieron obligados a aterrizar el avión en el agua«.

Según la FAA, el vuelo 810 de la compañía de transportes Rhodes Express realizó el amerizaje de emergencia alrededor de las 2:30 horas (tiempo local).

De acuerdo con la cadena de televisión estadounidense CNBC, estos aviones de carga a menudo tienen décadas de antigüedad y son destinados a este tipo de transporte después de ser utilizados durante años para transportar pasajeros.

Este incidente llega después de que Boeing alcanzara en mayo un acuerdo con la FAA para el pago de una multa de al menos 17 millones de dólares y por el que el gigante aeronáutico se comprometió a llevar a cabo «correcciones» en su producción tras los dos accidentes mortales de aviones suyos en Indonesia y Etiopía.

Según un comunicado de la FAA, el organismo federal de aviación encontró que los sensores incluidos en los equipos instalados en 759 aparatos Boeing 737 MAX y NG no estaban aprobados para dichos equipos.

El pasado enero, el Gobierno anunció otra multa de 5,4 millones de dólares contra el gigante de la aviación por supuestamente haber otorgado información errónea sobre las alas de los aviones 737, implicado en dos accidentes que se saldaron con 346 muertos en Indonesia y Etiopía.

Dos penalizaciones que se suman a la de 3,9 millones que el Ejecutivo ya propuso aplicar a Boeing en diciembre del año pasado por el mismo problema de las alas en el modelo 737.

Los 737 Max fueron obligados a permanecen en tierra en marzo de 2019 en casi todo el mundo, después de los dos accidentes en apenas cinco meses en Indonesia y Etiopía.