La ONU reclamó este lunes calma, moderación y diálogo para resolver la crisis constitucional abierta en Túnez con la decisión del presidente Kais Said de disolver el Parlamento y cesar al primer ministro, Hichem Mechichi, calificada de «golpe de Estado» por los principales partidos políticos del país.

«Llamamos a todas las partes a ejercer moderación, evitar la violencia y asegurar que la situación se mantiene en calma. Todas las disputas y desacuerdos deben resolverse con diálogo», dijo el portavoz de Naciones Unidas Farhan Haq, preguntado al respecto.

Haq evitó decir si la ONU considera lo ocurrido un golpe y subrayó que por ahora se está vigilando la situación y entablando contacto con distintas partes a través del equipo que la organización tiene en Túnez.

El portavoz dijo no querer especular con las consecuencias de la actual crisis, pero dejó claro que en una región tan convulsa ahora mismo como el norte de África no hay sitio para otro conflicto.

Por otra parte, preguntado por el asalto de las oficinas de la cadena Al Jazeera en Túnez por parte de fuerzas de seguridad denunciado por la empresa catarí, Haq dijo que la ONU está «consternada» por esas informaciones y confió en que se permita a todos los periodistas seguir con su trabajo sin ningún tipo de acoso.

El presidente tunecino anunció por sorpresa este domingo el cese del primer ministro y la suspensión del Parlamento así como la retirada con efecto inmediato de la inmunidad parlamentaria de todos los diputados «para recuperar la paz social y salvar al Estado y la sociedad».

Said aseguró que asumirá la presidencia del Ejecutivo con ayuda de un nuevo primer ministro, que él mismo nombrará, durante el periodo de transición.

Mientras, los principales partidos políticos del país han denunciado el movimiento como un “golpe de Estado” y reclaman la continuidad de la Asamblea.

«Esto es un golpe contra la democracia tunecina y su Constitución. Túnez es la única historia de éxito de la primavera árabe y esta historia no termina aquí», subraya un comunicado difundido por Ennahda, principal fuerza parlamentaria y socia del Gobierno, después del anuncio que Said hizo pasadas las 9 de la noche.

Esta formación compartió un vídeo en redes sociales que muestra cómo el Ejército impidió hacia las dos de la madrugada el acceso al Parlamento a varios diputados, incluido el presidente de la cámara y líder del partida islamista, Rached Ghannouchi.

Por su parte, el dirigente de la Coalición islamista Al Karama, tachó de ilegal la iniciativa y pidió a los diputados retomar su puesto a partir del martes para llevar a cabo la destitución del presidente.

Antes de conocerse la decisión del presidente, varias sedes regionales de Ennahda habían sido asaltadas e incendiadas a lo largo del domingo en las diferentes manifestaciones que tuvieron lugar en todo el país para pedir la dimisión del Gobierno y la disolución del Parlamento por su gestión de la crisis del coronavirus y el deterioro de las condiciones de vida.